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CUANDO ASESINAN A ALGUIEN QUE AMAS frente a tus ojos, lo primero que sientes después de la rabia y la pena es un entumecimiento emocional que apenas te permite procesar lo que pasó, la clase de entumecimiento en el que apenas eres consciente de lo que pasa a tu alrededor o en lo que lo único que quieres es que todo sea un mal sueño, el momento en el que la realidad se detiene .
Al menos era lo Thea sentía en ese momento.
En algún momento de la noche, mientras Klaus la abrazaba proporcionándole caricias consoladoras en el cabello y le susurraba que todo estaría bien en un vano intento de consolar a su ahijada, Thea se perdió en lo más profundo de su mente.
Kol llegó a ella como una cerilla cerca de un rastro de gasolina, encendiendo todo en su ser poco a poco, el descubrimiento de quién era en realidad y el darse cuenta de cuánto valí por si sola. Desde niña, siempre había estado allí, apoyándola y escuchándola más que cualquier ser vivo a su alrededor, exceptuando a los únicos amigos que había tenido que de verdad lograban entender lo difícil que era sobrellevar una vida como la que había tenido.
Sanó su corazón y estuvo ahí cuando más lo necesitó, le enseñó y confió en ella ciegamente. Y, sobre todo, la amó.
A pesar de lo dañada que estaba, él nunca trató de cambiarla y la amó por como era, con cicatrices y todo lo que llevaba cargando dentro de su corazón. La amó por quien era.
Desvió un poco la mirada de donde estaba sentada sentado y vio la mano de Kol posarse sobre la suya.
Levantó la cabeza un poco para verlo y apenas pudo contener las lágrimas cuando lo vio sonreírle con tristeza, no logró sentir su mano solo sentía un gran vacío en su lugar.
Sí, vacía.
Así era como se sentía.
La conversación entre Klaus y Tyler Lockwood se escuchaban distorsionada a su alrededor, no podía prestarle atención a nada más que el manto de culpa que se cernía sobre ella, consumiéndola.
Debería de haber tirado esas balas de madera por la carretera, de haberlo hecho quizás Kol jamás las habría visto y seguirían viajando, ignorando que la persona que había acabado con sus vidas podría andar suelta y amenazando lo poco que habían logrado construir.
Tal vez debió confiar en que Silas los protegería como no hizo la primera vez, ellos siempre se cuidaron entre sí, debió confiar en él y así Kol estaría vivo.
Si hubiera tratado de detener a Kol de ir a la casa Gilbert y secuestrar a Jeremy o si hubiera ido ella en su lugar, Kol no estaría muerto.
Quizás, si no se hubiera involucrado con él, no lo habría arrastrado a tantos problemas con la pandilla de Mystic Falls y seguiría vivo.
Si no le tuviera tanto miedo al enfrentarse a Qetsiyah junto a Silas, Kol seguiría vivo.
