"El si"

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La semana había pasado más rápido que de costumbre, Ling se había ido a una entrevista temprano ,ya era viernes por la tarde, el departamento de Orm estaba lleno de cajas, flores y cintas de colores. Ingfa y Prig trabajaban en conjunto para decorar el espacio, riendo y bromeando mientras colocaban adornos por todos lados. Orm, sin embargo, parecía un poco distraída mientras observaba los preparativos.

— ¿Estás bien, Orm? —preguntó Ingfa, notando la falta de entusiasmo en su amiga.

Orm bajó la mirada por un momento, jugando con una cinta que tenía en las manos.

—Es solo que... He estado pensando en pedirle matrimonio a Ling esta noche —confesó finalmente.

Prig y Ingfa se miraron, sorprendidos y emocionados al mismo tiempo.

— ¡Eso es increíble! —exclamó Prig, dejando lo que estaba haciendo para acercarse a Orm— ¿Estás lista para dar ese paso?—

Orm asintió, aunque con un rastro de nerviosismo en sus ojos.

—Lo estoy. Han sido tres años y medio desde que decidimos hacer pública nuestra relación, y no ha pasado un solo día en el que no haya sentido que es con ella con quien quiero pasar el resto de mi vida,tener 5 perro,y 10 hijos—

Ingfa sonrió, colocando una mano en el hombro de Orm.

—Entonces, esta noche será perfecta. Todo está listo. Solo tienes que confiar en tus sentimientos.—

Orm respiró hondo, sintiendo una mezcla de emoción y miedo. Sabía que era el momento adecuado. Mientras continuaban con los últimos detalles de la decoración, el corazón de Orm latía más rápido con cada minuto que pasaba, sabiendo que esa noche, daría un paso que cambiaría su vida para siempre.

La noche había caído, y el departamento de Orm estaba listo, transformado en un escenario de ensueño. Pétalos de rosas rojas cubrían el suelo, y la suave luz de las velas iluminaba el espacio, creando un ambiente cálido e íntimo. Orm dio un último vistazo al lugar, asegurándose de que todo estuviera perfecto. Sus nervios estaban a flor de piel, pero su determinación era aún más fuerte.

Unos minutos después, Ling llegó al departamento, abriendo la puerta con una mezcla de curiosidad y duda en su voz.

— ¿Orm? —llamó, mientras daba un paso hacia adentro, sorprendida por la belleza de la escena.

Antes de que pudiera decir algo más, Orm apareció frente a ella con una sonrisa en el rostro, sosteniendo un globo en la mano.

—Aquí estoy —respondió Orm con dulzura, acercándose para darle un beso suave en los labios.

Ling correspondió al beso, dejando que la calidez del momento la envolviera. Se miraron a los ojos, sintiendo que el tiempo se detenía, como si todo lo demás dejara de existir. El latido de sus corazones resonaba en sus oídos, y la sonrisa de Orm se amplió un poco más antes de dar un paso atrás.

Con un gesto tranquilo pero lleno de significado, Orm se agachó lentamente, sacando de su bolsillo una pequeña cajita de terciopelo. Ling llevó una mano a su boca, completamente sorprendida.

—Mi Lingling —dijo Orm con la voz cargada de emoción— ¿quieres casarte conmigo?—

El silencio se hizo en la habitación por un segundo que pareció eterno, antes de que las lágrimas llenaran los ojos de Ling. Con una risa entrecortada y llena de alegría, asintió con entusiasmo.

— ¡Sí, Orm, claro que sí! —exclamó Ling, tomando la mano de Orm para ayudarla a levantarse.

Orm se puso de pie, sonriendo como nunca, y le deslizó el anillo en el dedo a Ling, sintiendo cómo sus manos temblaban ligeramente por la emoción. Se abrazaron fuerte, como si no quisieran soltarse jamás.

Más allá del guión / LingOrmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora