"momentos previos"

661 51 0
                                    

Orm subió al cuarto después de un rato, buscando a Ling. Habían pasado unos quince minutos desde que le había dicho que subiera a bañarse, y el silencio que reinaba en el departamento comenzaba a preocuparla. La llamó, pero no obtuvo respuesta.

Finalmente, decidió entrar al baño, y allí la encontró: Ling estaba sentada en el suelo, con las manos temblando, sosteniendo la camisa de Orm entre sus dedos. Su expresión estaba llena de confusión y tristeza.

-Ling... -murmuró Orm, acercándose rápidamente y agachándose a su lado-. ¿Qué pasa?

Ling alzó la mirada, sus ojos un poco húmedos por la angustia que sentía. No sabía cómo formular la pregunta, pero al final se atrevió.

-Esta camisa... -dijo con voz temblorosa, mostrando las manchas de labial-. ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué tiene estas manchas?

Orm se sentó a su lado y tomó aire profundamente, tratando de calmar la tensión que sentía en el ambiente. Lentamente, tomó la camisa de las manos de Ling y le explicó con serenidad.

-Tiraron un trago en mi camisa anoche. Ingfa me prestó esta, pero ya tenía esas manchas de labial. No quise cambiarme de nuevo porque no había traído otra ropa, y no quería interrumpir la noche -explicó con una leve sonrisa, intentando aligerar el ambiente-. No es nada de lo que te estés imaginando, mi tigre.

Ling la miró en silencio por unos segundos, su respiración volviendo a la normalidad mientras procesaba lo que Orm le decía. Aunque aún sentía una leve inquietud, quería creerle. Sabía que su cabeza había jugado malas pasadas, pero las palabras de Orm parecían sinceras.

-De verdad... -dijo Orm, colocando suavemente una mano en la mejilla de Ling-. No tienes que preocuparte por nada.

Ling soltó un largo suspiro y dejó caer la camisa al suelo. Luego, se recostó en la cama mientras Orm la abrazaba.

-Perdón -susurró Ling, aún algo insegura-. Es que... por un momento pensé lo peor.

-Lo entiendo -respondió Orm, acariciando su cabello-. Pero recuerda que no hay nada más importante para mí que tú.

Orm sonrió con picardía mientras se colocaba sobre Ling, apoyando sus manos a ambos lados de su rostro.

-Si vuelves a confundir a policías con strippers, te quedarás en prisión y sin esposa -dijo en tono de broma, sus ojos brillando con diversión.

Ling soltó una risa, aunque había un ligero sonrojo en sus mejillas.

-¿Sin esposa? No lo creo -respondió juguetona, desafiando con la mirada.

Orm bajó la cabeza, acercándose lentamente al rostro de Ling, sin romper el contacto visual.

-¿Sabes cuál sería una buena manera de terminar mi despedida de soltera? -susurró Orm, con una sonrisa sugerente mientras sus labios se detenían a pocos centímetros de los de Ling.

Ling, anticipando lo que venía, entrecerró los ojos, dejando que una pequeña sonrisa juguetona apareciera en sus labios.

-¿Y cuál sería esa? -preguntó con suavidad, mientras sus manos se deslizaban hasta la cintura de Orm, sujetándola con firmeza.

Orm no dijo nada más. En lugar de eso, dejó que sus labios capturaran los de Ling en un beso profundo, intenso, que llevaba consigo todo el peso de la pasión y el amor que ambas sentían la una por la otra.

El tiempo pareció detenerse mientras el beso se volvía más apasionado, y Orm se dejó llevar, sintiendo que este momento entre ellas era la forma perfecta de cerrar aquella noche caótica y emocional. Con cada caricia, con cada beso, ambas se conectaban de una manera única, como si el mundo exterior no existiera.

Más allá del guión / LingOrmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora