Bleach: Revisited -COMPLETO-

Capítulo 5: Ch 5 Yo Estaba (nunca) Aquí

Debajo de una luna llena pálida, un viajero cansado caminó hacia adelante, destino desconocido. Parecía no verse afectada por el frío aire nocturno del desierto. La luz de la luna azul se reflejaba en su desordenado cabello corto y marrón oscuro. Su ropa era negra polvorienta, ligeramente holgada y arrugada en su marco delgado pero sólido. Su chaqueta oscura estaba hecha jirones y parcheada, hilos colgando de su dobladillo perdido. El crujido de sus botas cavando en la arena era todo lo que la ataba al presente, sus ojos perdidos en el horizonte y huellas silenciosas la seguían. La bufanda que cubría su boca se movía ligeramente, cronometrada con su respiración lenta.

Había estado vagando durante días.

Nadie había cruzado este desierto a pie en mucho tiempo, al menos nadie en su sano juicio. Pero hace tiempo que había olvidado dónde estaba, y sus pies habían llevado lo que parecían eones. Ni siquiera sabía qué día era, ni cuántos días habían pasado desde que comenzó su viaje. Ojos verdes huecos con una mirada vacía enfocada en nada. Se formaron bolsas profundas y oscuras debajo de sus ojos, traicionando su falta de sueño. Sus pies la llevaron hacia adelante con un propósito, pero sin un final a la vista. Mientras se movía, la larga espada en su espalda daba un pequeño tintinear, reflejando la luz fría de la luna.

Muchos ojos, escondidos por largas sombras, la vieron vagar sin rumbo. Pero, incluso si los hubiera notado, no parecía importarle. Apenas se dio cuenta de que el mundo que la rodeaba cambiaba.

La luz comenzó a atenuarse en algún lugar del camino y los millones de estrellas en lo alto comenzaron a desaparecer. El suelo, aunque todavía estaba lleno de arena, se volvió más pálido y fino. Comenzó a notar que sus pasos ya no se mezclaban con el crujido de arena gruesa, la primera indicación de que algo le estaba mal. Se preguntó si el aislamiento finalmente había opacado sus sentidos, pero fue el cambio en la atmósfera lo que finalmente llamó su atención. Espiritualmente, eso es. Era como si un interruptor se hubiera volteado, y el mundo se hubiera calmado por completo. Ojos enfocándose por fin, miró a su alrededor. Atrás quedaron los cactus o plantas ocasionales y el estancamiento de la suciedad seca que había estado viendo durante los últimos días. Antes de ella ahora se sentaba grande, agitando dunas blancas, con cristales blancos de hueso que salpicaban el paisaje. No había montañas en el sitio, ni estrellas.Solo el desierto blanco en el que ahora se encontraba y la luna creciente arriba.

Eso es extraño, el viajero pensó para sí mismo. Era luna llena hace solo unos minutos. ¿A dónde fueron las estrellas?

No había forma de que el tiempo no hubiera volado tan rápido, ella lo sabía mucho. Se detuvo a mitad de camino, acogiendo su nuevo entorno. Había algo profundamente molesto en este lugar. No era solo el hecho de que esto ciertamente no era donde había estado antes. Incluso para un desierto, el aire se sentía más.. Al entrar en un bolsillo lateral, recuperó lo que parecía un teléfono celular. Al tocar la pantalla con su índice, notó que la pantalla ni siquiera se encendería. Sus ojos se estrecharon con sospecha mientras tocaba unas cuantas veces más para ver si solo estaba actuando. "Qué demonios?" murmuró, su voz ligeramente amortiguada por la tela. Colocándolo de nuevo en su bolsillo, volvió a mirar hacia arriba, en guardia.

Se dio cuenta de que la atmósfera, la energía del lugar se había vuelto agria. El desierto, aunque vasto e interminable, se sentía como un ataúd, confinándola a un lugar que nunca había conocido. Ella sentía como si el mundo fuera demasiado grande y se acercara a ella de una vez. Decidiendo seguir adelante, aunque vacilante, el viajero se movió rápidamente. Miró hacia atrás por un momento para ver si había un camino de regreso, pero todo lo que vio fueron dunas blancas más blanqueadas. Su corazón comenzó a latir más rápido, una semilla de miedo alojada allí.