Bleach: Revisited -COMPLETO-

Capítulo 75: Ch 75 Cresta filtrante de turbidez

Ciudad falsa de Karakura, 08:23 a.m. JST

Una mezcla de mandíbulas, colmillos dentados y lenguas alargadas salió de la abertura de la Garganta en el cielo, una armadura blanca de hueso que se reflejaba en la luz del sol. Los fluidos oscuros y la suciedad salpicaban sus cuerpos, evidente que se habían estado desgarrando unos a otros antes de que Aizen los soltara sobre el Gotei 13. El hedor en el aire ensució, como el de un cadáver podrido. Era evidente que estas criaturas eran Hollows, pero estaba claro que lo eran... diferente.

Sin embargo, muy pocos de los Humanos, Shinigami, Arrancar o Visoreds tuvieron tiempo de pensar en esto mientras la horda se derramaba, apresurándolos con un hambre visceral. Sus ojos ardían rojos, naranjas, amarillos, azules; parecían haber estado hambrientos.

Con una mirada de disgusto en su rostro marchito, el Capitán Jefe Yamamoto cortó sin esfuerzo los primeros huecos que cargaban sangre negra espesa rociando sobre su bata blanca. Los gritos de batalla se levantaron y llenaron el aire, combinados con los aterradores chillidos de los monstruos. Al darse cuenta de que no estaba llegando a ninguna parte, Yamamoto saltó, nivelándose con Aizen.

La barba de Yamamoto se elevó con gracia al viento del otoño tardío, su mirada penetrante se encontró con los ojos fríos de Aizen. Aizen estaba solo esta vez, Gin y Tosen lo abandonaron durante mucho tiempo, con el pequeño Arrancar sin dónde ser visto. Esto lo inquietó, pero tenía otras cosas de qué preocuparse.

"Vuelves a pelear conmigo, Capitán Jefe?" Aizen dijo, su frente derecha levantándose. "Crees que puedes cuidarme solo?"

"Una pregunta sin sentido", respondió Yamamoto, con su voz grava y dura. "He derrotado a muchos enemigos en mi tiempo, y no eres diferente." La punta de RyUjin Jakka explotó en una llama roja, bailando rápidamente a lo largo de la hoja.

Una delgada sonrisa adornó los labios de Aizen, su cabeza se inclinó hacia adelante. "No me parezco en nada a los enemigos que enfrentaste durante los últimos milenios", dijo, con los ojos cerrados. "No alcanzaron los niveles de comprensión y conocimiento que tengo."

"¡SUFICIENTE!"Enfurecido por la insolencia del ex capitán, Yamamoto balanceó su zanpakuto, una ola de fuego que se extendió por el cielo. Se enfureció hacia adelante, consumiendo cualquier cosa a su paso. Todo a su alrededor reflejaba un brillo rojo-naranja, humo ondeando por todas partes.

Con el tirón de su muñeca, Yamamoto trajo las llamas de vuelta, inspeccionando el lugar donde Aizen estuvo una vez. Estaba vacío, llenando al capitán principal de sospechas. Sabía que las llamas de RyUjin Jakka eran suficientes para convertir incluso a los enemigos más temibles en cenizas en cuestión de segundos, pero dudaba de que Aizen pudiera ser sacado tan rápido.

"A pesar de nuestras diferencias, Capitán Jefe, debo decir que RyUjin Jakka ciertamente mantiene su reputación."

Girando rápido, Yamamoto tuvo el tiempo suficiente para reaccionar al golpe aplastante de Aizen, su zanpakuto bajó rápido. El sonido de la rejilla de metal contra el metal se quejó en su oído. Pero ya era demasiado tarde. Mientras sus ojos le decían que el bastardo traidor estaba delante de él, una sonrisa de mierda en su rostro, rápidamente se hizo evidente que este no era el real Aizen.

Gruñendo de dolor, Yamamoto podía sentir el metal frío del zanpakuto de Aizen perforando su espalda. La cuchilla había impactado al menos un órgano principal, cegando el dolor superando al capitán por un momento. "Y parecería que Ky DOUGka Suigetsu es tan poderoso como siempre", dijo Yamamoto, retorciéndose de dolor a medida que la hoja se adentraba lentamente en su cuerpo. "Pero no recuerdo que llames a tu Shikai."