Bleach: Revisited -COMPLETO-

Capítulo 22: Ch 22 A la vista de Sagitario

A veces, Amelia estaba eternamente agradecida de que tuviera una cantidad decente de paciencia. Fue increíble que pudiera sentarse allí, mirar a un personaje tan mundano y frustrante como Ulquiorra, y desconectar las incesantes palabras de regaño. Lo que fue más sorprendente fue que ella no se rompió y trató de cortarle la cabeza de los hombros. O Gin's, para el caso. El bastardo le sonreía como un loco, y sintió que le temblaban los ojos. Dordoni y Cirucci parecían igualmente irritados, recostados en la silla y el sofá en los que estaban estacionados. Los ojos de Starrk todavía estaban cerrados, pero Amelia podía decir que estaba escuchando.

Finalmente, bajó la cabeza hacia su mano, equilibrándola en su pierna. Su visión se desdibujó un poco, tratando de olvidar que el Espada estaba de pie en su ala, dronando una y otra vez sobre cómo "... Lord Aizen estaba decepcionado con sus acciones y exigió que se comportara como un Espada respetable en su ejército bla, bla, bla.....

Tomando una pausa, el Cuatro Espada miró a Amelia, notando su expresión blasé. "Deberías tomar esto en serio, Amelia Locklear", dijo, su tono acerado. "Las consecuencias de nuevas violaciones serán terribles. Me ocuparé de ello personalmente, incluso si Lord Aizen parece casual a sus errores."

Una pequeña sonrisa apareció en la cara de Amelia, sus ojos peligrosos. Después de los últimos días (quién sabía cuántos en este momento; el tiempo en Las Noches era casi inexistente), ella había tenido casi suficiente de la mierda incesante que seguía golpeándola en oleadas. Y si S. AIZen pensaba que podía disciplinarla por romper las reglas, tenía otra cosa por venir. "Sabes," dijo, incluso su voz, "si estuvieras en el Mundo de los Vivos, creo que podrías conseguir una ocupación como maestra."

Esta declaración parecía confundir a todos en la habitación. Las cejas de Ulquiorra fruncieron ligeramente. "Qué quieres decir con esa declaración, Locklear?" preguntó, su voz baja.

Con una risa flippant, Amelia inclinó la cabeza hacia un lado, los ojos se estrecharon a las hendiduras, "Tienes una voz que podría poner a cualquiera a dormir", dijo, su sonrisa depredadora. "Ahora veo por qué Aizen te eligió como su pequeño mensajero."

"Eso es Señor Aizen para ti, niña," Tosen corrigió terriblemente. "Tenga en cuenta a sus superiores."

Los ojos de Amelia nunca dejaron los de Ulquiorra, y su sonrisa nunca se desvaneció. "A señor?" ella dibujó, voz burlándose. "Lo único de lo que es señor es la arena y los mercenarios."

"Tomarás la lengua, Locklear", dijo Ulquiorra, con la voz en alto.

Esto recibió cejas levantadas de Gin, conmocionado por la pequeña reacción emocional del Espada inexpresivo. "Bueno, eso es un logro", dijo, su tono aceitoso serpenteando en el aire. "Nunca he visto a nadie poner a Ulquiorra tan nervioso antes!"

"Ahora no, Gin", dijo Tosen. Sus palabras eran firmes. "Este no es el momento para tu instigación." Gin se rió un poco, curioso por ver cómo terminaría esta confrontación.

Amelia sintió que su ira brotaba dentro de ella, finalmente hirviendo hasta la cima. Después de toda la mierda por la que la habían hecho pasar, vinieron a darle una advertencia. Oh, eso es jodidamente rico, ella pensó para sí misma. ¿Voy a estar castigado? Se puso de pie, con los brazos cruzados libremente. "Lo haré yo, Ulquiorra?" ella silbó, escupiendo su nombre con desdén. ¿"O qué? Vas a correr a Lord Aizen y tattle en mí?"

Había habido muy pocas veces en las que Ulquiorra había estado cerca de romper las reglas de Aizen. Era muy bueno para mantenerse en control. Pero la insolencia de esta chica lo hizo agarrar inconscientemente la empuñadura de su zanpakuto con fuerza. "No me pruebes", respondió. "Si las reglas de Lord Aizen no me prohibieran, te derribaría donde estás parado sin pensarlo dos veces."