Bleach: Revisited -COMPLETO-

Capítulo 45: Ch 45 Destrucción, Mi Vicio y Virtud

Hay un cierto vacío en las palabras reconfortantes.

O, al menos Grimmjow lo creía. En Hueco Mundo, un mundo que no contenía nada más que muerte, vacío y luz de la luna, las palabras significaban casi nada. El poder era la moneda de este mundo. El éxtasis que había sentido no hace mucho tiempo aplastando cráneos bajo sus pies había sido asombroso, incomparable. La vista de sangre goteando por sus brazos, su zanpakuto, sus dientes era emocionante. La destrucción había sido su única razón para vivir cada día y había sido su muerte deseada. No había nada reconfortante en las palabras de quienes lo rodeaban. De hecho, solía preferir que nadie le hablara en absoluto.

Uno... dos....

Ser un Espada significaba desperdiciar tanto al enemigo como al aliado. Cualquiera y todos deseaban la posición de Espada. No importa cuántas veces se le ofreció ayuda o tributo, un Espada podría esperar la traición de aquellos por encima y por debajo de ellos en rango. Esa era simplemente la forma de las cosas.

Tres... cuatro... cinco..

Sólo los tontos creían en S. Aizen. Desde el momento en que Grimmjow sintió que su máscara se desmoronaba de su rostro, sabía que no había forma de que pudiera confiar en el Shinigami. Pero, de alguna manera, sus pies habían desobedecido su voluntad, siguiendo los pasos de Aizen con una mueca en su rostro. Había seguido a este hombre hasta el final, a pesar de su intenso odio por él. Y, por supuesto, tenía razón. Ese mismo hombre había tratado de destruirlo, dejarlo por muerto en el Mundo de los Vivos. Había dejado a Grimmjow con los Humanos y Shinigami, tal vez con la esperanza de que terminaran el trabajo para él. El hijo de puta absoluto.

Seis... siete... ¿cuánto más?

"GRIMMJOW!" la chica humana gritó. Sus ojos grises eran anchos de miedo, terror. ¿Qué mierda estaba tan preocupada? Era Grimmjow follando a Jaegerjaquez. Podría cuidarse solo. Palabras ininteligibles brotaron de su garganta mientras trataba de gritarle una vez más. Estaba tan cansado......

"Grimmjow, no te preocupes!" Orihime gritó de nuevo, esquivando obstáculos borrosos. No podía distinguir lo que había por el rabillo de sus ojos, retorciéndose. "Voy a buscarte, solo espera!"

Palabras vacías de consuelo, pensó, sus labios formando un gruñido. Ella debería centrarse en mantenerse con vida. Esa es la única manera de sobrevivir a este maldito mundo, chico. Pero ella persistió, para su consternación. El brillo naranja de sus ataques se convirtió en un cálido desenfoque en su visión. Pronto ya no podía escuchar su voz llamándolo, sin embargo, perdido por los ruidos repugnantes, incesantes y crujientes a su derecha.

Grimmjow quería dormir, sintiéndose tranquilo por una vez en su vida. Todos los sentimientos comenzaban a dejarlo, sintiendo que el calor inundaba su cuerpo. Era un calor húmedo y resplandeciente de su derecha, la sensación de que algo se alejaba de él, pulgada por pulgada. Ocho pulgadas de su brazo ya habían sido consumidas, pasando al noveno. Pasó por su codo, apuntando a su omóplato y torso. Ya no era demasiado doloroso.

"GRIMMJOW!"

El Espada se estremeció, abriendo los ojos. Orihime se cernía sobre él, tirando de su cuerpo, arrastrándolo. Comenzó a picar, el mundo girando mientras un terrible ruido de rasgadura llenaba sus oídos. ¿Era esa su propia carne? Sus ojos arrullaron hacia un lado, su visión se llenó de rojo mezclado con carnicería oscura. Los grandes incisivos estaban ocupados acariciando su carne, luchando contra Orihime mientras luchaba y finalmente tuvo éxito. Casi parecía un sueño.

"Qué te estás preocupando?" Preguntó Grimmjow, su voz lenta, suspirando. "Céntrate en salir de aquí, chico."

Orihime lo estaba ignorando, haciendo todo lo posible para alejarlo del gran crecimiento púrpura que rodea a Aaronierro. "No toques mi comida, humano!" Aaronierro chilló. "He estado queriendo picar esa pequeña plaga por más tiempo del que has estado vivo!"