Bleach: Revisited -COMPLETO-

Capítulo 34: Ch 34 Incluso en la Muerte, Permanecemos Igual

Una semana antes

"Eres más callado de lo habitual."

Saliendo de su aturdimiento, Shuhei Hisagi dirigió su atención a Tatsuki. No sabía cuánto tiempo había estado mirando por la ventana, su zanpakuto enfundado en su regazo. El sol había comenzado a ponerse, la luz roja naranja se derramaba sobre los tejados. Se sentía extraño..

"Estás bien?" Tatsuki se aventuró, tomando asiento a su lado en el suelo. Sus ojos marrones eran serios. Durante las últimas semanas que Shuhei había pasado en su casa, sintió que entendía su naturaleza, un poco. No era muy hablador, pero al menos parecía estar concentrado. Este trance parecía estar un poco desconcertado.

"Cuánto tiempo he estado sentado aquí?" Preguntó Shuhei, sin sacar los ojos de la ventana. Al igual que todos los demás, el círculo oscuro descansaba debajo de sus ojos. El sueño era raro, aparentemente, y el Shinigami parecía tan cansado como los trabajadores de la tienda Urahara, si no más.

"Desde que me fui a la escuela esta mañana", respondió Tatsuki, llevando sus rodillas a su pecho, con los brazos envueltos a su alrededor. "No parece que te hayas movido de ese lugar."

Shuhei soltó un grave suspiro, con los ojos ahora cerrados."No creo que me haya mudado hoy." Recordó haber venido de la noche anterior, con el cuerpo dolorido por la rigurosa patrulla. Había perseguido a tantos Hollows, más que las noches anteriores, su número aumentaba cada segundo, cada hora, cada día. En este punto, solo quería que Aizen llegara para que todo esto pudiera terminar. Cuando regresó a la casa de Tatsuki, el sol acababa de salir. La casa había estado oscura, pero sabía que Tatsuki había estado despierto. Recordó sentarse frente a su gran puerta trasera corrediza de vidrio, viendo salir el sol. Shuhei estaba seguro de que la fatiga lo había obligado a detenerse y sentarse, pero no había podido moverse.

"Lo que tienes en mente, gran chico?" Preguntó Tatsuki, dirigiendo su atención a la ventana también. Los colores cálidos del cielo nocturno parecían calentar el aire frío, llenándolos a ambos con comodidad temporal. Shuhei logró sacudir ligeramente la cabeza al principio, mirando a Kazeshini, trazando sus dedos a lo largo de su vaina. Un millón de pensamientos se dispararon por su cabeza, sus ojos se estrecharon.

"Hay algo que no se puede salvar una vez que esta guerra ha terminado", dijo por fin, su tumba de voz. "Y me temo que, una vez que todo esté dicho y hecho, lo que estoy luchando por caerá lejos de mí, y mis esfuerzos habrán sido por nada."

Mirándolo en estado de shock, Tatsuki no estaba seguro de qué decir. Ella no había esperado una respuesta tan seria. Sus labios se separaron, pero se sintió luchando por hablar. "W-w-¿qué quieres decir con eso?" ella preguntó. Su cabeza estaba levantada ahora, la curiosidad se apoderó de ella. Shuhei no miró hacia arriba, volteando su zanpakuto en sus manos, la curva de la katana mirando hacia afuera. Pasaron varios minutos largos antes de hablar. Los tatuajes en su rostro parecían profundizar en su carne, como sombras oscuras que le chupaban vida.

"Cuando conocí a Kurosaki," Shuhei comenzó lentamente, sus palabras pesadas, "volvió nuestro mundo al revés." Una pequeña y triste risa pasó por su nariz, sacudiendo la cabeza. "La Sociedad del Alma había estado completamente nerviosa porque un grupo de humanos había entrado en las instalaciones, arrojándonos a todos a un estado de confusión que, honestamente, todavía existe. Pero", la voz de Shuhei se rompió ligeramente, haciendo que se detuviera por un momento. Tomó algunas respiraciones temblorosas antes de que se encontrara capaz de continuar. "Pero...en la confusión, encontramos un núcleo profundo y podrido que estaba detrás de todo."

Los ojos se estrecharon, preguntó Tatsuki, "Te refieres a Aizen, ¿verdad?" Recordó la larga historia de Urahara, la historia de cómo Ichigo había entrado en la Sociedad del Alma para rescatar a Rukia. Incluso diciendo que el nombre del capitán traidor se sentía mal.