-"Yare yare no...no puedo detenerlos"-
-Por supuesto que no puedes querido ¿o acaso creíste que yo era tan tonta como ella? cualquiera puede manipular con una sonrisa linda pero yo puedo controlarlos-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov's Omnisciente:
En la cafetería del instituto, Aiura Mikoto se sentó frente a Saiki con una expresión de preocupación que no lograba disimular. Sus labios estaban tensos y sus cejas fruncidas, algo muy raro en ella, que siempre mantenía un aire relajado y despreocupado. Se inclinó hacia adelante, bajando la voz hasta convertirla en un susurro alarmado.
-Kusuo, tenemos un problema. Escuché a esas dos chicas, Aiko y Kizana, hablando sobre un plan para vengarse de Teruhashi. Están tramando algo grande y no parece que vaya a terminar bien para ella- Dijo Aiura, sus ojos fijos en Saiki, buscando una reacción que pudiera calmar sus nervios-
Saiki suspiró profundamente, dejando escapar un típico "yare yare" mientras giraba la cabeza con indiferencia. No era la primera vez que se encontraba atrapado en los dramas de quienes lo rodeaban, pero este en particular era un lío del que prefería mantenerse al margen. Después de todo, Teruhashi no era tan inocente como parecía.
-"No hay mucho que hacer, Aiura. Esto no es algo que pueda solucionar tan fácilmente"- Respondió Saiki con un tono apático, mirando hacia otro lado, como si ya estuviera cansado de la conversación antes de que siquiera empezara-
Aiura lo miró con incredulidad, incapaz de comprender la frialdad con la que Saiki se lo tomaba. Era el novio de Teruhashi, por lo que se suponía que debía protegerla de cualquier amenaza. Frustrada, insistió:
-¿Cómo que no hay mucho que hacer? ¡Eres su novio, deberías protegerla! ¿Qué pasa si esas dos realmente logran hacerle daño? -Aiura buscaba desesperadamente una chispa de interés en los ojos de Saiki, pero solo encontró la habitual indiferencia-
Saiki se encogió de hombros con desdén. Para él, el problema era claro: por más que Aiura quisiera pintar a Teruhashi como una víctima, la realidad era mucho más compleja. La propia Teruhashi se había labrado su camino de enemigos, y ni siquiera él, con todos sus poderes, podría intervenir sin crear más caos.
-"Por mucho que yo haga, no podría ganar contra él"- Murmuró Saiki, casi más para sí mismo que para Aiura, manteniendo un aire enigmático que solo incrementó la confusión de su interlocutora-
-¿Quién es él?- Preguntó Aiura, visiblemente desconcertada. Esa mención parecía salir de la nada, como una pieza de un rompecabezas que no encajaba-
Saiki suspiró de nuevo, cansado de la insistencia de Aiura y sin ganas de seguir dando explicaciones. El nombre de Megamo Saikou resonaba como una amenaza silenciosa que nadie, excepto él, comprendía del todo. No era solo un simple chico rico; era un jugador en un juego que todos creían entender, pero que en realidad superaba con creces la capacidad de cualquiera de los involucrados.
-"No es nada, déjalo, Aiura. Esto no es asunto tuyo, y sinceramente, no quiero involucrarme más de lo necesario"- Dijo Saiki, con el tono firme y cortante que usaba cuando quería terminar una conversación-
