-"Yare yare no...no puedo detenerlos"-
-Por supuesto que no puedes querido ¿o acaso creíste que yo era tan tonta como ella? cualquiera puede manipular con una sonrisa linda pero yo puedo controlarlos-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov's Omnisciente:
Los ensayos oficiales para el concurso de belleza habían comenzado, y el auditorio principal de la P.K. Academy se había convertido en un hervidero de emoción y nerviosismo. Las participantes estaban ansiosas, ajustando sus vestidos y repasando mentalmente cada paso, cada pose. Era un desfile de juventud y entusiasmo, y aunque muchas de ellas participaban simplemente por diversión, había un nombre que resonaba en cada rincón: Teruhashi Kokomi.
Las chicas susurraban y reían entre ellas, algunas lanzaban miradas de admiración y otras de envidia hacia Teruhashi, cuya presencia en el escenario parecía eclipsar a todas las demás. Con su porte impecable, su carisma natural y una sonrisa que podía iluminar cualquier habitación, Teruhashi era, sin duda, la favorita para llevarse la corona. Había ensayado sin descanso, ajustando cada detalle de su presentación, segura de que nadie podía competir con su brillo. Los comentarios sobre su participación llenaban el aire; todos sabían que este concurso era prácticamente suyo antes de que siquiera comenzara.
Sin embargo, había una presencia que, aunque silenciosa, no pasaba desapercibida: Aiko. Sentada en una esquina del auditorio, observaba los ensayos con una calma imperturbable. No se dejaba intimidar por los murmullos o las miradas críticas que algunas chicas le lanzaban. Sabía que para muchas, ella no era más que la hermana mayor de la gran Teruhashi, una sombra que no debería competir en la misma liga. Pero Aiko estaba acostumbrada a ser subestimada y a ser el blanco de críticas; había soportado mucho para llegar hasta aquí, y esa fortaleza se reflejaba en su mirada firme y su postura relajada.
Mientras Teruhashi deslumbraba con su sonrisa perfecta y sus gestos calculados, Aiko se mantenía serena, analizando cada movimiento. Sabía que Teruhashi era la favorita, pero no le preocupaba. Había algo diferente en Aiko, algo que la separaba del resto. Era la confianza silenciosa de quien ha vivido demasiado como para dejarse amedrentar por los destellos de popularidad o las críticas superficiales. La elegancia de su porte y la firmeza en sus ojos decían más que mil palabras.
Las demás chicas, entre risas y comentarios, no podían evitar lanzar miradas de reojo hacia Aiko. Algunas se preguntaban qué hacía allí; otras, en cambio, sentían una extraña inquietud ante su calma impenetrable. Aiko no estaba allí para complacer a nadie ni para cumplir con las expectativas de los demás. Ella estaba allí para ganar, y lo haría a su manera, sin dejar que las opiniones de los demás alteraran su enfoque.
Mientras el ensayo continuaba, Teruhashi captó la mirada de Aiko por un breve instante. Algo en esa serenidad de su hermana la desconcertó, pero rápidamente lo desechó de su mente, convencida de que no había nada que temer. Teruhashi sonrió con más fuerza, ensayando su paso perfecto y su mirada encantadora, sabiendo que los ojos de todos estaban puestos en ella.
Aiko, por su parte, solo sonrió para sí misma. Sabía que las apariencias podían ser engañosas y que el verdadero reto aún estaba por comenzar. Estaba preparada para cualquier cosa, incluso para enfrentar a la gran y brillante Teruhashi Kokomi.
