CAPITULO 4

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"¿Quien esta listo para jugar?

¿Somos los cazadores o somos las presas?

No hay rendición, no hay escapatoria"

Game of survival by Ruelle


Elizabeth


La bulla del exterior hace que me levante sobresaltada. Aún es de noche. El frío de afuera se cuela por mi ventana haciéndome erizar. De repente alguien abre mi puerta y giro mi cabeza hacia las dos personas que se encuentran paradas ahí. Los dos hombres se acercan sigilosamente a mi cama.

-Buenas noches princesa. - Dice el más alto y su voz me produce náuseas.

- ¿Quiénes son ustedes y qué hacen en mi habitación?

-Solo queremos sacarte a pasear. - Aquello me pone en alerta y sin esperar más salgo de mi cama. Sin embargo, no llego muy lejos ya que el más pequeño me toma del brazo, empujándome de nuevo a la cama. Caigo de espaldas al colchón y el hombre más alto se cierne sobre mí. Mi corazón late tan fuerte que temo se me salga. El tipo me agarra las manos con demasiada fuerza, poniéndolas por encima de mi cabeza. Mi cuerpo tiembla y mi respiración es un desastre.

-No sabía que las princesas podían oler tan bien. - Pasea su nariz por mi cuello y yo solo giro mi cabeza viendo hacia la ventana. Trato de soltar mis manos, pero el sujeto las agarra más fuerte.

-No podemos perder tiempo. Llevemos a la princesa con el general. - Cuando creo que me va a soltar el hombre solo libera mi mano derecha, mientras comienza a meter la suya debajo de mi camisón. Las lágrimas comienzan a nublarme la vista temiendo lo que pueda pasar. Aún con miedo trato de aclarar mis pensamientos.

Piensa. Mierda Elizabeth. Piensa. Piensa. Un momento. Debajo de la almohada debería estar mi daga.

Sin que se den cuenta lentamente meto la mano libre en la almohada de mi lado y tanteo el lugar. Aquí estás. Agarro la daga tan fuerte que sin querer me hago un corte en la palma de la mano. Suspiro mientras bajo un poco más para agarrarla del mango, sin esperar la saco para posteriormente clavársela en el cuello al asqueroso encima de mí. La sangre que brota del lugar me mancha todo el camisón de rojo. Escucho un sonido estrangulado.

-Maldita perra.

El otro hombre camina hacia donde aún estoy acostada y antes de que pueda alcanzarme una espada atraviesa su estómago y cae al suelo. Alzando mi mirada me encuentro con la cara de Nera. Un suspiro tembloroso sale de mi boca.

-Princesa vamos. Debemos salir del castillo- Me agarra de la muñeca para levantarme – Stella está en el bosque esperándonos con los caballos – No entiendo que pasa, pero mis piernas se mueven al compás de las de ellas.

- ¿Dónde están mi padre y mi hermano? ¿Qué está pasando? – Veo a mi alrededor y todo es un caos. El jardín delantero está incendiándose. Los guardias luchan contra tipos enmascarados.

¿Qué mierda sucedió mientras dormía?

-Al parecer con la competencia se bajó la seguridad en las puertas. Fue ahí cuando lograron ingresar esos tipos. El pueblo en este momento es un verdadero desastre y no tenemos noticias ni del rey ni del príncipe. Lo siento, princesa. – Me detengo lo que hace que Nera me mire.

-Debo buscar a mi familia.

-Princesa no podemos quedarnos. La ley establece que si estamos siendo atacados debemos mantener a salvo a cualquier miembro de la realeza.

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