CAPITULO 13

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"Pero te prometo esto,

Siempre estaré cuidando de ti ,

Si eso es lo que haré"

Sparks by Coldplay





Elizabeth


Las horas transcurren mientras me siento más débil, mi estómago gruñe con hambre, sin embargo, no me muevo. Los guardias no hace mucho vinieron para traerme una rebanada de pan y un poco de agua, pero por muy tentada que este, no pienso comerme eso. Trato de darme un poco de calor con mis manos, lo cual resulta inútil ya que no hay nada que sirva para apartar el frio de mi cuerpo.

Intento cerrar los ojos para imaginarme en otro lugar, pero lo único que consigo es recordar. Desde que desperté sigo pensando en todo lo que hice mal. A veces desearía tener un hechizo para poder olvidar todo este dolor que trata de consumirme. Bajo mi mirada a mis pies que ahora se encuentran descalzos, debido a que el dolor de los tacones era un tanto insoportables.

Un grito afuera me hace mirar a la entrada, el alboroto es tanto, que se hace un poco incómodo escucharlos gritar. Tal vez sea porque me encuentro un tanto débil que me comienzo a sentir irritada. Las puertas se abren y observo como dos figuras familiares viene en mi encuentro. Suspiro con alivio de ver a mis doncellas. Aunque tanto Nera como Stella se quedan sin respiración.

- ¡Por el cielo, su alteza! – El susurro horrorizado de Stella me hace sentir confundida. Escucho el movimiento de unos candados y paso mi mirada a Nera quien con rapidez intenta abrir el calabozo, para después darle paso a Stella que viene con un abrigo en sus manos, el cual coloca encima mío.

- Debemos sacarla, está muy pálida. – La voz autoritaria de Nera llama mi atención.

- ¿Tan mal me veo? – Mi burla es casi tan baja que dudo me hayan escuchado. Mis labios tiemblan y cuando trato de levantarme, mi cuerpo débil vuelve a caer encima de la tierra. Siento mi cabeza impactar contra la pared, haciendo que todo a en mi duela.

- Su majestad, esta mañana comenzó a nevar. La temperatura aquí abajo es tan fría, tanto como para causarle hipotermia. – Entonces caigo en cuenta en los abrigos que cubren su cuerpo. Veo mis manos que se encuentran un poco azules por la falta de calor. – Stella dile al rey Adrián que entre, nosotras no vamos a poder cargarla.

Stella sale tan rápido que apenas me doy cuenta. Cierro mis ojos con fuerza y me acurruco a Nera para entrar en calor, sin embargo, no consigo nada. Las puertas se abren y siento como alguien me toma en brazos, aun así, no abro mis ojos. Me acerco más a aquel cuerpo caliente mientras tiemblo. Escucho las voces a mi alrededor, pero aun así mantengo mis ojos cerrados.

Siento como me depositan en una cama, mientras cubren mi cuerpo con cobijas. Aun así, no dejo de temblar. A medida que las voces incrementa el dolor de cabeza también lo hace, de mi boca sale un quejido y rápidamente siento como alguien toma mi mano.

-Vas a estar bien, me asegurare de eso. -Aquellas palabras logran tranquilizarme, sin embargo, el cansancio es tanto que decido darle paso a la oscuridad.

"- Todos tienen una oportunidad para cambiar su pasado y poder elegir su futuro; es por eso que ambos reyes deben elegir la opción correcta – La voz de mi abuela es tranquila mientras me lee un cuento para dormir. – Porque mientras sus corazones sigan latiendo en un mismo sentir, entonces tendrán salvación. Existe una la leyenda que dice que cuando dos personas están destinadas, no importa que, sus caminos siempre serán los mismos.

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