- El omega que no podia ser feliz - SHADONIC / SONADOW

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El tiempo siempre pasa de una manera tan peculiar que resulta doloroso tener que vivir cada segunda con la ausencia de alguien que debía de estar a tu lado por el destino, pero no siempre se obtiene las cosas como uno quiere, debemos de aprender a afrontar aquellas decisiones de la vida misma. Y algo así paso en mi vida...

- Es una historia muy triste, tío - decía con insistencia el joven equidna blanco delante suyo.

- ¿Acabo de esa forma? - cuestionó la otra eriza rosa a su lado.

- Pues el erizo azabache tuvo que aprender a vivir con la falta de aquel erizo cobalto, pero siempre he creído que sus almas están unidas sin importar lo que haya sucedido - comento Shadow con un tono de voz cansado.

- Mi padres nunca hablan mucho de esa historia, pero recuerdo que mi madre decía que conocía al erizo azabache - decía con un tono presumido.

- Bueno, pues mi padre era el mejor amigo de aquel erizo cobalto - Shadow observaba con cierta ternura la escena que tenía delante suya, hijos de sus compañeros y amigos de vida. La equidna como resultado de una relación entre Rouge y Knuckles, mientras que la eriza era por parte de Blaze y SIlver que supieron reconciliarse con el tiempo, además el erizo blanco necesitaba un apoyo sin lugar a dudas después de la perdida que había significado Sonic.

- ¿El abuelo Shadow conocía a esos erizos? - cuestionó la menor de todos, tercer hija de la relación de Jett y Wave, muy unida al azabache por alguna razón.

- Claro, soy quien mejor puede contar esta historia porque fui cercano a ambos indudablemente - contesto con voz cansada.

- ¿El erizo azabache era como usted?, del color me refiero - decía la ave.

- ¿Color?, supongo que sí, ambos eramos oscuros - decía con una sonrisa, la menor siempre era muy asertiva en algunas cuestiones, no como su padre, medio tonto si le preguntaban.

- Era su hermano perdido entonces - decía con entusiasmo el equidna.

- No que yo sepa - contesto Shadow riendo ante la ocurrencia.

Finalmente el timbre de la casa se hizo sonar y antes de que Shadow intentará pararse fue la menor quien lo detuvo - Yo voy, entienda que ya no esta en edad para esto - aquello se sintió como un disparo silencioso a su corazón, sabía que ya estaba viejo pero no era necesario recordárselo.

Se dejaron ver finalmente todos aquellos que marcaron su vida de alguna forma, tanto sus amigos como aquellos que pasaron a serlo tras conocer a Sonic, sobre todo Silver quien ha sido el subdirector de su empresa desde hace mucho tiempo, quien al verlo le sonrío con algo de maldad, definitivamente el que más apreciaba molestarlo.

- Oh, amigo... Ya ni pararte a recibirnos puedes, Sonic debe estar riéndose de lo lento que eres -.

- No te quedas tan atrás, así que no te emociones tanto - replico Shadow.

SIlver río ante el comentario y se acomodó en un sillón a un costado del azabache mientras todos los demás entraban a festejar el cumpleaños numero 85 de Shadow - Ya estamos viejos, amigo mío -.

- Ni que lo digas, quisiera estar durmiendo ahora mismo del cansancio - ambos rieron al comprender al otro.

- Hagamos una apuesta - dicto el erizo blanco.

-  Siempre pierdes, pero adelante - decía interesado el azabache.

- El primero en dormirse en la fiesta pierde - mencionó convencido de su victoria.

- Adelante, igualmente siempre gano -.

La fiesta dio comienzo con todos presentes: Silver, Blaze, Jett, Espio, Rouge, Tails, Knuckles, Surge, Infinite, todos y cada uno de los que conocía y conoció en el proceso de su vida, se sentía feliz y pleno, tubo momentos buenos y malos, felices y tristes, pero nunca se arrepintió de conocer a su querido erizo azul y nunca dejo de amarlo, no se permitió amar a nadie nuevamente incluso cuando le decían que estaba bien hacerlo, pero simplemente su corazón siempre quiso a una sola persona y no se podía obligar a lo contrario.