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Emilia's pov.

Después de que pasara lo de Mauro, me fui a mi casa con las chicas y nos quedamos despiertas hasta las 6 de la madrugada.

Yo no podía más, Maria no podía más, Tuli no podía más, pero, la única que no quería dormir era Nicole.

No pasó nada interesante, ya que, llegué una hora antes de que nos durmieramos, y solo hablamos de nuestros problemas.

Ahora mismo estaba en la escuela, justamente en clases de Matemáticas, las que más odio.

No existe peor asignatura.

-Boludo, me aburro, la vieja chota esta no sabe explicar.- Me quejé por tercera vez de la maestra. Para quién no sepa, estaba hablando con Tuli.

Tuli y yo estamos en la misma aula, mientras que Nicole y Maria están en otra.

-Posta, me voy a dormir.- Habló Fio haciéndose la dormida, riéndonos las dos levemente.

La pelotuda esa seguía hablando de ni puta idea, y no me importa.

Sé que sonó demasiado agresivo, pero es la verdad.

Que ganas de terminar la secundaria, aunque me faltan dos años, pero quiero ya que pasen, por favor.

Mauro tiene suerte, solo le queda medio año.

No puede ser, otra vez ando pensando en Mauro.

Boludo, yo lo amo, y quiero lo mejor para él, es obvio. Él fue y esta siendo la mejor "pareja" por así decirlo que tuve.

Todavía no somos nada, solo estamos saliendo, pero no de novios.

La verdad que me gustaría que me pidiese ser algo más, pero todavía eso no sucede, pero espero que suceda pronto.

Ignorando ese tema, todavía seguía en la misma clase, con ansias de que llegara el momento de irse, ya que vería a Mauro.

Sonó el timbre, dando paso al receso.

Tuli y yo salimos de la clase y nos dirigimos afuera, viendo a todo el grupo.

-¡Hola!- Saludamos las dos a todos.

-Hola.- Respondió Nicki.

Fui hasta donde Mauro estaba sentado y me sente a su lado, él sonriendome con el mejor regalo que me podía dar.

Me dio un pico y volvió a su sitio.

Todos estuvimos hablando hasta que volvió a sonar otra vez el timbre.

Puta madre, otras 3 horas de infierno.

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Ya terminé las clases y me fui a mi casa; comí lasaña, me vestí y me preparé para salir otra vez de mi casa, ya que voy a quedar con Mauro otra vez, la 3 vez de esta semana, y estamos a Miércoles.

16:50, MIÉRCOLES 10 DE MAYO DE 2023.

Estaba sentada en un banco al lado de la plaza de mi casa, esperando a Mauro. Y cuando lo vi, abrí mis ojos como plato. Me había traído un ramo de flores rosas, las amo.

No lo podía creer, eran hermosas.

-Hola...- Habló nervioso.

-Hola. Mauro, ¿son para mí? - Pregunté con felicidad.

-Sí, no sabía cual te gustaban, así que le pregunté a Nicole.

-Gracias, son hermosas.- Le dije agarrandolas y abrazandolo.

Nos quedamos un rato abrazados y al finalizar, le di un beso.

Me quedé mirando las flores con una sonrisa fijamente, hasta que Mauro se dio cuenta.

-¿Tanto te gustaron?- Me preguntó sonriendome.

-Solo un poquito.- Dije haciéndole un gesto con las manos.

— Me alegro mucho.— Me sonrió.

— No me mirés así que no aguanto las ganas de chaparte.— Hablé con tentación.

— Hacelo.— Me miró a los ojos y no aguante más.

Lo besé.

Amo cuando pasan esos momentos, siento que mi alma se alegra y mi corazón late como si fuera mi primer beso.

— ¿Es normal que te quiera tanto?— No sabía que decirle, esto es demasiado para mí.

— No lo sé, nunca me había pasado esto...— Hablé bajando el tono cada vez que se iba terminando la frase.

— Tranquila, es demasiado normal, yo tampoco había vivido así.— Exclamó.— Verás, mi ex era igual que el hijo de puta del tuyo, así que yo se lo que se siente.— Habló, dejándome más tranquila.

— Gracias, de verdad, nunca había sentido esto, me haces demasiado feliz.

— A mi también, mi vida.

¡¿Qué?! ¡¿CÓMO ME ACABA DE LLAMAR?!

Mi vida, mi vida, mi vida.

No lo puedo creer, estoy temblando.

—¿Cómo me acabas de llamar?— Dije sonriendo.

—¿No te gustó?— Habló con tristeza.

—No, no es eso, me encantó, solo que me extraño escucharte decir eso.— Sonreí.

Él sonrió y suspiró aliviado, ya que tuvo miedo por un segundo, se notó en su mirada.

—Menos mal, pensé que te había dado asco o algo.— Habló.

— ¿Por qué me darías asco?

—No lo sé.— Tragó saliva.— Tenía el miedo de que me volvieran a decir eso otra vez.

—¿Quién te dijo eso?— Dije sin entender nada.

— No, no, nadie.

—Mauro, hablame, dale, no te voy a decir nada.— Respire y volvi a hablar.— ¿Confiás en mí?— Él asintio.— ¿Entonces? No te voy a juzgar.

—No me lo dijo alguien tan importante.— Exclamó mirando hacia abajo.

—Mauro.

—Mi papá.

No lo podía creer.

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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LA BOTELLA || Duki & Emilia MernesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora