Asesino a bordo.

Capítulo 14 - No es la primera vez.

Honey, you're familiar.
Like my mirror years ago - From Edén, Hozier.

Draven.

26-12-2009

Reía tranquilamente con mi padre.

Habíamos salido a tomar algo y comprar los regalos para las mujeres de la casa.

Se aproximaba año nuevo y con ello el día más especial de cada quinta, el seis de enero.

¿Sabéis esa sensación de despertar y que haya regalos bajo el árbol con tu nombre?

El año pasado desperdicié toda mi navidad enfadado por descubrir la verdad detrás de los reyes magos, este año decidí mantener virgen mi ilusión.

Mi familia era estructurada, unos padres que se demostraban todos los días cuanto se querían y una hija insoportable que no paraba de fastidiar, junto a mí, el más pequeño, dos años menor que ella.

Siempre le envidié por ello, soy un maniático con los números, ella nació en mil novecientos noventa y cinco, precioso, redondo.

Yo (siempre hay que destacar) nací en mil novecientos noventa y siete, digo yo, ¿no podrían haberse esperado mis padres tres años para tenerme?

Los dos mil.

Precioso.

Qué bien sonaba.

Es que encima me hicieron de finales de año.

¿Os parece justo?

Todos mis amigos con doce y aquí presente, sigo con once.

-Draven, no vas a tomar café.

La idea me hacía sentir súper mayor.

-Papá, este año he entrado a la secundaria, tengo que crecer.

Removió mi pelo con gracia.

-Chico, te aseguro que el tiempo no se detendrá pase lo que pase, así que llegará el momento en el que podrás atiborrarte a café y no a chocolate caliente.

Miré mi taza con curiosidad.

Un humo caliente llegaba a mis fosas nasales inundándolas de felicidad y espíritu.

Sonreí cuando se asomó una nube de azúcar.

-¿Qué tal en el nuevo cole?

-Bien - mentí.

-Draven... - sonó a advertencia.

Lo pensé unos segundos.

-Es que todos juegan a ser muy mayores y no me veo - bajé la mirada -. Además me llaman cerebrito.

A mí padre le hizo mucha gracia.

-Ya les gustaría sacar tus notas, llegarás lejos pequeño - había un deje de orgullo en su voz.

Él era policía, el jefe.

Lo admiraba muchísimo.

-Sabes que eso no es verdad.

Crucé mis brazos enfadado.