Asesino a bordo.

Capítulo 23 - Ecos de salvación.

Know it's for the better
Know it's for the better - Phoebe Bridgers.

Me dolía la cabeza.

Una sensación sumamente insoportable.

Palpé mi sien.

Como si fuera a pasarse así, por arte de magia.

Draven dormía a mi lado.

-Buenos días.

-Buenos días Ray - contesté - ¿Qué haces?

Se posaba delante del tablero como si estuviera esperando a la inspiración divina.

-Si lo que te dijo es cierto, va a matar a doce personas más.

-Trece - corregí.

-Gran consuelo - ironizó -. Si hubiera algún patrón, algo para descubrir su siguiente movimiento...

-Tal vez lo haya.

Se giró en cámara lenta para mirarme.

-Habla.

-Siempre espera a que caiga la noche, y hace una llamada, a quien sea, deja un mensaje, se hace notar y después actúa. El arma que utiliza es blanca, no es de fuego, normalmente son cuchillos de carnicería, no quiero dar pasos en falso tampoco, solo hay dos víctimas.

Pensaba en algo que no exteriorizaba.

-Crees que...¿habría que dejar que volviera a actuar?

Era una pregunta que reclamaba a nuestra parte ética y moral.

-Imagínate que el siguiente eres tú, o Marina...

-Imagínate que sois Draven o tú - devolvió -. Ana, Bea, Gabriele o Niccolò - su mirada se ensombreció -. No quiero hablar sin saber, más que nada porque no conozco tu situación familiar pero si conozco la mía, no pienso perder a nadie zanahoria.

Hubo algo en sus palabras que me hizo retractarme.

-Ellos son todo lo que tengo, estoy hecho de pedacitos de ellos y no quiero quedarme hueco por ningún lado - suspiró -. Y ahora tú también entras en el saco.

Alcé la vista para observarle.

Solo encontré sinceridad y preocupación.

-Ahora eres mi familia y como tal tengo que tratarte - apoyó sus manos en mis hombros -. La familia se cuida y eso es algo que aprendí lejos de la mía.

Un ápice de lástima se coló en mi corazón.

-Ray - mi turno de apoyarme en su hombro -. Tú ahora también eres mi familia y como tal he de tratarte.

Una sonrisa sincera surco sus labios.

Volvimos a centrarnos en el tablón.

-Déjame sacarte una foto.

-¿¡Qué?!¿¡Por qué!?

-Porque eres la pieza del puzzle del medio, esa que da el coñazo para encontrarla y no hay fotos tuyas en el tablero.

-Pero, estoy recién levantada, ¡ni siquiera me he lavado los dientes! - emitía quejas mientras empujaba de mis hombros hacia el baño.

-Bueno, eso tiene arreglo - señaló mientras cogía mi bolsa de maquillaje.

-Me da pereza.

-Lo haré yo.

No puse muchas pegas, en su cara había emoción.

Lo que una tenía que soportar.

-Sabes, normalmente es la novia la que le insiste al novio para que se deje maquillar.