Estaba lista.
Dejé unas cuantas indicaciones a mis compañeros de piso como que saquen mi coche y lo conduzcan un rato para que no se estropeé la batería, Adara tiene permitido usar mi banda morada de lentejuelas y mis tejanos verdes, Luca puede dejar de comprar palomitas de mantequilla y bueno, la más importante, que me escriban.
Puede que no lo diga mucho pero se les quiere, un poco.
Y qué cojones, me voy a meter en un barco con asesinos y multimillonarios, les voy a echar de menos.
Mi nevera estaba decorada con notas y pos-it que puse anoche para cuando despertaran.
No me había arreglado mucho, llevaba unos pantalones negros rasgados y anchos más una sudadera verde.
Debajo de esta solo había una camisa de pijama con dibujos de ponis y arcoíris.
Ni siquiera me había molestado en ponerme sujetador, ¿para qué? No hay nada que sujetar.
He de decir que lo que no tenía de pecho lo compensaba mi trasero.
-Deja de mirarte al espejo engreída y vete, hay coches de policía ahí abajo, da mal royo - me dijo Adi.
-Buenos días a ti también.
Se acercó para estrecharme entre sus brazos.
-Voy a echarte de menos Nay.
Le dediqué una sonrisa dulce.
-¿Vas a decirme quién es tu supuesto marido?
Le hice señas para que me acompañara al balcón.
-Ese de ahí, el que tiene la cadera apoyada en su coche y va todo de negro.
El rey de Roma se quitó las gafas de sol y miró hacia nosotras, creo que estaba intentando enfocarnos.
-Nos está mirando como el culo - dijo mi amiga.
-No, que va, será miope y estará intentando distinguirnos - le defendí.
-Está tremendo, si lo ves capaz de cometer adulterio me lo traes de vuelta a Roma.
Ayer quedamos en que vendría a por mí.
Ha cumplido.
Adara y yo bajamos con dos maletas cada una.
-Buenos días señoritas.
-Buenos días - contestó la rubia muy contenta.
-Adara, este es Draven, Draven, esta es Adara.
La aludida nos ayudó a meter todo en el coche antes de irnos.
-¿Le has dicho lo que vamos a hacer allí?
Miré al chico que tenía al lado.
-Se piensa que investigamos un robo, que vamos allí como guardias de seguridad.
Asintió convencido.
-¿Tú qué has dicho? A tus padres, amigos y demás.
-Algo parecido - cerró la conversación para cambiar de tema -. ¿Sabe tú madre a dónde vas?
Negué con la cabeza.
-Y si tiene pensado venir de sorpresa a Roma, ¿qué le dirás?
Buena pregunta.
-Cuando se dé el caso ya veré.
Hablamos de temas muy triviales hasta que llegamos.
-Salimos desde Civitavecchia, yo creía que lo hacíamos desde Gaeta.
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Asesino a bordo.
Misterio / SuspensoEl cuerpo de la LCN lleva tras un asesino serial con complejo de justiciero más tiempo del que les gustaría. Nayeli Abrams, una joven de 24 años que recién termina su carrera universitaria se une al equipo con la idea de vengar a su mejor amiga. Tr...