Capítulo 17 - Tacones que hablan.

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                                                        How deep is your love? - Calvin Harris, Disciples.
Draven.

-No parece que nos vayan a dejar tranquilos, zanahoria - exclamé al no ver absolutamente nada.

Lo primero que hice fue coger a Nay de la cintura y arrastrarla atrás mío.

Protegerla con mi cuerpo.

Era tan menuda que la tapaba entera.

Se agarraba fuerte y asustada a mi pobre camiseta recién planchada.

Ya le vale.

Las personas, alteradas, se movían de un lado a otro inquietas, no se les veía pero se les escuchaba.

-Un poco de calma por favor...- pedía el presentador del concurso -. Se habrá fundido una de las luces, voy a ver si puedo arreglarla.

Sus pasos se iban perdiendo conforme se alejaba.

-¿Qué van a hacernos?

-A ti nada - respondí -. No mientras yo pueda evitarlo - aclaré.

Mi visión se agudizaba.

Me acostumbraba a la falta de iluminación y comenzaba a distinguir las butacas y a las personas corriendo por ahí.

-Hola - se escuchó una voz, metálica, que nos hizo estremecernos.

Apreté el muslo del cervatillo asustado.

-Perdón.

-Nada, me ha gustado.

Se me escapó una risita.

-No sé yo si es el momento zanahoria.

-¿Y por qué no? Una aventura es más divertida si huele a peligro - citó a Romeo Santos.

Trataba de restarle importancia al asunto, ya empezaba a conocerle, necesita quitarle relevancia a la situación.

-Peligro cuando nos quedemos a solas en una habitación - rebatí.

-Creo que ya me conocéis - prosiguió aquel hombre -. Me ha gustado el baile, muy trabajado.

Giraba la cabeza desesperado, ¿de dónde cojones provenía aquella voz?

-Debe de ser una decepción ver las cintas de grabación y darse cuenta de que las he borrado.

Oh mierda.

Chasqueé la lengua, fui muy pronto esta mañana.

Hay un borrón de tres horas en las cintas.

-¿De verdad te pensabas que sería tan imbécil? - su risa provocó una muy mala sensación dentro de mí.

Esto no estaba bien, los pasajeros están alterados.

-No os preocupéis, es parte del acto - volvió a hablar el joven presentador.

Lo miré.

El pánico en sus ojos revelaba que no era verídico.

¿Cómo lo sabía si no veía?

Fácil.

Lo sentía.

Poderes psíquicos.

El lenguaje corporal nos dice más que palabras mezcladas con nervios.

Transmitía su miedo.

-Salgan todos de la sala - respiraba con dificultad -. Mañana daremos en el estadio el premio a la pareja ganadora - hubo un redoble de tambores que aún me mareo más -. Un aplauso para Dianelis y Bruno.

Asesino a bordo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora