Asesino a bordo.

Capítulo 16 - Jaque mate.

         
                                                            Tabú - Ava Max y Pablo Alborán.

-¿Y a ti qué más te da mudita? - preguntó Draven.

La chica se encogió de hombros.

-Curiosidad.

Se veía en su cara que no se fiaba.

Ni un pelo.

-¿De dónde vienes?

-De Roma.

-¿En qué trabajas?

-Soy fotógrafa.

Ambos nos miramos.

Sabíamos lo significaba.

Hizo foto a algo que no debía.

-¿Y tu cámara? - intervine en la conversación.

-Es lo primero que me quitó en cuanto vino a por mí.

Lo suponía.

Frote mis muslos frustrada.

-Tiene que haber algo...

Cámaras.

Ostia las cámaras de seguridad.

Busqué por todo el cuarto, abrí almohadones, rompí lámparas y espejos, palpé el fino papel que cubría la pared.

Pronto se sumaron a la causa.

Nada.

-¿Dónde tienen las cámaras?

La desesperación era notable.

-Creo recordar que en nuestro camarote no habían - puntualizó mi marido.

-¿Y si todo es una trampa? Y si... - iba a volverme loca.

Dampsen sujetó mis muñecas con una sola mano mientras la otra guardaba mi pelo detrás de la oreja.

-Relájate - dijo pasivo -. Tengo un plan.

Fue una sorpresa ver que me tranquilicé.

Normalmente no es así, soy una chica intensa de ideas fijas que no soporta que le digan lo que tiene que hacer.

Joder, eso significaba que confiaba en él.

-¿Y bien? - mi pierna repiqueteaba nerviosa.

-No lo pienso decir hasta que te tranquilices.

Mi paciencia iba llegando al límite.

Jugaba con mis anillos, mis piernas se movían y mordía las pieles de mis labios.

Como no lo dijera ya lo siguiente sería arrancarme el pelo a mechones.

Por Dios parecía una niña pequeña con una rabieta.

-Es tan sencillo como colarnos en la sala de las cámaras.

Mariana empalideció.

-¿A la habitación veinticinco?

-¿¡Qué!? - exclamó -. Claro que no, a la del barco.

-No creo que sea Connor - hablé de repente.

-Es el muchacho de la veinticinco, no hay mucho que creer.

-Piénsalo, es que no tiene sentido, estaba contigo en el maldito simulador de olas - se quedó pensativo -. No tiene ningún tipo de sentido.

-Hay que usar el código B, el que solo conoce el capitán, no el general.

Desde un principio prevenimos esto, lo más probable es que tanto el chico de Los Veinte, como el justiciero, sean trabajadores.