Ha pasado una semana, siete días totalmente repetitivos y con una rutina extraña y aburrida. Extraña porque ahora Félix estaba incluido en mis actividades, y también lo estaban su hermano y Minho. No he salido con Jeongin como quería. Y los estudios me tienen estresado, demasiado.
Lo único que saqué productivo de estos últimos días fue que el antes mencionado y Hyunjin finalmente habían hablado, como personas normales. Y firmaron un acuerdo de paz por la amistad que tenían conmigo. Era algo.
El teléfono sonó en la mesita de café en el centro de la sala de estar, y me levanté del sofá para tomarlo y contestar. Llevé el auricular a mi oído sin siquiera ver el nombre.
De todos modos, no podía ser cualquiera. Solo tres contactos de mi agenda me llaman de forma frecuente, Hyunjin, Jeongin y Félix. Este último se apegó a mí tan rápido como Jeongin (en tan solo dos días).
Ahora me persigue a casi todos lados, pero no molesta con su presencia. Lo malo es que Hyunjin se pasa de estúpido cuando quiere llamar la atención de alguien, pero no es algo con lo que no pueda lidiar.
Volviendo a la llamada, Félix nunca me ha llamado a las diez de la noche, y Jeongin tenía una cita hoy así que dudo que quiera llamarme. Eso nos deja restando a Hyunjin, que tenía máxima certeza en que se trataba de él.
― Eh, idiota, ven a mi casa.
Suspiré.
― ¿Para qué?
― Vamos a comer un poco de comida chatarra y ver películas o algo así. Estoy aburrido Sungie.
Me pude imaginar como hacia puchero del otro lado de la línea.
― No quiero.
― Por favor Sungie, es viernes, y tú estás solo en casa. Seguro estás tan aburrido como yo.
Es la pura realidad.
― Bien, espera un poco y estaré allí.
Terminé la llamada y me estiré un poco. Me puse una sudadera que tenía un dibujo de Nemo en la parte frontal, lo mejor sería abrigarse ya que era una noche fría. Apagué la TV y me salí del apartamento.
Me pasé una mano por el cabello despeinado para lidiar un poco con él. Con pereza comencé a bajar las escaleras. Mi apartamento queda en el tercer piso así que no tengo que caminar mucho, y tendría que hacer mucho menos si el elevador no estuviera roto.
Fue un largo camino hacia el barrio de los ricos, y cuando al fin llegué a la gigantesca casa de los Hwang, le dije al portero quién era y me dejó pasar al reconocerme.
Toqué el timbre de la casa y esperé. Se escucharon algunas risitas dentro y comencé a arrepentirme de venir. La puerta se abrió y mi mejor amigo me jaló dentro sin darme oportunidad a reaccionar siquiera. Cerró la puerta, y por supuesto que me estaba arrepintiendo, no por la presencia de los chicos, sino por lo ridículo que me veía.
Mi sudadera de Nemo, unos pantalones de algodón ligeramente anchos y mi cabello totalmente despeinado. Parecía que me habían sacado de la cama.
― Hola Ji ― Félix se acercó y me abrazó alegre.
Correspondí torpemente.
― ¿Qué hacéis aquí? — Sin poder retirar mis palabras, había sonado bastante borde con esa pregunta y entonces me sentí mal de hablar frente a Félix y Chan de esa forma. Me mordí el labio esperando no lo tomarán en cuenta.
― Hyunjin tuvo la idea de juntarnos un poco más seguido y afirmar esta conexión que puede lograr que seamos el mejor grupo de amigos de la historia. — Félix pareció pasar por alto mi comportamiento y habló tranquilamente y casi sin respirar, soltando un chillido agudo al final.
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Mi vida es color ámbar || Minsung
FanficEs malhumorado, es dependiente, y un antisocial, pero ama la música. Han Jisung está jodido, y ni siquiera es consciente de ello. Lee Minho es misterioso, es encantador, y está soltero, pero ama a Jisung con todo su desastre. Se conocen por casualid...