Mi Hermoso Solecito

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Si le preguntaran a Akaashi como era su matrimonio, diría que no hay nada más que una amistad con beneficios. Por que eso era aquella relación, nada más que eso. Donde ambos se cuidaban mutuamente y se ayudaban en sus celos, sin sentimientos de por medio. Tal vez si no hubiera sido por culpa de sus padres, ellos dos hubieran sido buenos amigos.. incluso felices con las personas que amaban... tal vez.

Se aferro de las sábanas soltando varios gemidos, aunque quisiera retenerlos no podía. En esos casos estaba tan necesitado que no pensaba en más nada que en sus propias necesidades.

Un recuerdo vino a su mente, una promesa de amor de unos jóvenes adolescente. Lágrimas brotaban de sus ojos, no de placer, si no de tristeza.

"Akaashi, cuando cumplamos nuestros sueños.. nos casaremos y tendremos una hermosa familia" esas palabras hicieron sonrojar al joven omega de diecisiete años, nunca se espero aquello pero aun asi, aunque no se lo esperaba el
simplemente sonrio sintiendo como su corazon latia con fuerza lleno de felicidad. Entrelazo su meñique con el de su futuro alfa. "Así será Bokuto-san" Esa fue una promesa que hicieron, una que nunca cumplieron.

La cama rechinaba y chocaba con la pared, seguramente los vecinos se quejarian. Aún así, Akaashi no le pidió a Sakusa que se detuviera. Seguramente mañana amaneceria con dificultad al caminar por el dolor de sus caderas. Aún así, pedía más y más, y Sakusa solo lo complacía.

Akaashi sabía que Sakusa amaba a Atsumu, como Sakusa sabía que Akaashi sólo amaba a Bokuto. Cuando se casaron dejaron todo en claro, no iban a intentar amarse, por que ellos ya tenían a su sol. Y nadie podría ocupar los lugares de ellos en su corazón.

Por que dos lunas no pueden estar juntas. La luna siempre necesitará a un sol que ilumine su vida.

"Akaashi, esto no es más que una unión de nuestros padres. Yo no te amo y se que tu tampoco me amas. Solo aparentaremos que si lo hacemos, pero quiero que sepas que yo solo amo a un solo omega y ese es Atsumu Miya.. solo a él amo" fueron las palabras del alfa aquella noche en su luna de miel que sus padre habían preparado para la nueva pareja de casados.

Clavo sus uñas en la espalda del alfa aruñandolo, haciendo que gruñera.

"Lo se.. Yo también solo amo a una sola persona, así que entiendo lo que sientes en estos momentos... yo no pude cumplir una promesa. Ambos tenemos muchas cosas en comun, pero una de esas es que no podemos estar con las personas que amamos" le respondió Akaashi esa noche, unas duras palabras pero que eran ciertas.

Sakusa durante sus celos nunca marcó el cuerpo de Akaashi, ni siquiera lo marcó como su omega. No había besos sinceros, ni chupetones, ni coqueteos; no había nada. Su matrimonio solo era una farsa, una mentira

Estaban cubiertos de sudor, la habitación llena de sus feromonas y de gemidos. Sus cuerpos calientes por la excitacion y por el celo del omega. No habían palabras de amor, no habían besos, no habían caricias.

Cuando ambos llegaron al orgasmo, Sakusa salió del omega botando el condon como el resto que había usado esa noche. Akaashi por fin cansado y sastifecho le dijo que había sido suficiente por ahora, Sakusa al escuchar eso hizo lo mismo que hacía siempre cuando tenían sus celos. Llevaba al omega al baño para que se limpiara, mientras él cambiaba las sábanas y luego esperaba hasta que el omega terminara. Por que ellos, nunca, de lo que llevaban de relación, jamás se bañaban juntos.

Mientras que Sakusa esperaba pidió comida, ya que estaba demasiado cansado como para hacer la cena y sabía que Akaashi tampoco podría.

Sakusa apesar de escuchar a Akaashi gemir el nombre de Bokuto cada vez que estaba en celo y tenian intimidad, nunca le reclamo. Ya que sabía que cuando el estaba en celo también, gemia el nombre de alguien que no era Akaashi, y ese alguien era Atsumu.

Ambos, tanto alfa como omega deseaban pasar esos momentos íntimos con las personas que amaban. Pero solo les quedaba conformarse con lo que tenían.