Sakusa Kiyoomi no tenía pensado enamorarse, pero quien diría que después de conocer a Miya Atsumu caería profundamente enamorado. Los obstáculos que se aproximaban no le impedirían estar a su lado, Atsumu sería su omega y el sería su alfa.
Atsumu se tomó un día entero pensando su situación, ¿que haría con el bebé? ¿Que le diría Shoyo si se entera? ¿Debería hablar con Sakusa? ¿O era.. más fácil abortar?
Nego con la cabeza, no podría hacer eso último. Aunque no fue algo que tenía planeado no podía hacer tal cosa. Tal vez podría seguir jugando hasta que su vientre empiece a notarse y luego podría irse donde su abuela y quedarse todo el periodo de embarazo.. No, su abuela lo vería como una deshonra. Tal vez podría irse al extranjero con una excusa barata, por que ya le dolía la cabeza como para pensar en más cosas.
Su teléfono sonó, un nuevo mensaje llegó a su bandeja de notificaciones. Atsumu en esos momentos no quería hablar con nadie, a faltado otro día al entrenamiento con la excusa de que está enfermo. Pensaba que Hinata le haría alguna interrogación por las nauseas y los mareos, pero no lo hizo... ¿Por que su vida estaba siendo tan.. difícil?
Agarro su teléfono y a malas ganas entro al chat sin prestarle atención a quien le habia mensajeado, solo con la intención de escribirle a esa persona que no tenia ánimos de hablar y que no lo jodiera más.
Pero vaya sorpresa al ver de quien se trataba, ¿Por que..? ¿Por que Sakusa le estaría pidiendo que se vieran? Se iba a negar obviamente, pero era una oportunidad de decirle sobre el bebé. Después de todo el culpable fue el alfa por no usar protección, no le importaba que ambos estuvieran ebrios ¡Pero el no se embarazo solo!
Suspiro y le respondió al alfa, se verían y Atsumu le diría. Decir que no estaba nervioso era mentir, durante la tarde estuvo muy nervioso pensando de más en como le diría al alfa sobre el embarazo. No sería tan malo, si ambos no estuvieran casados con otras personas, si ellos dos fueran pareja..
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Atsumu había llegado a la cafetería antes de la hora que habian acordado, un lugar que el alfa eligió. El busco una mesa que estuviera alejada de todos, exactamente en una esquina. Se sorprendió al ver que en esa cafetería habían gatos, incluso tomó uno dejándolo en su regazo para acariciarlo. No pensó que el alfa eligiria un lugar como ese.
Estuvo un rato jugando con el gato blanco hasta que alguien se sento en el otro extremo de la mesa, el alzó la mirada viendo al alfa.
—Buenas tardes.. Sakusa— dejo que el gato se fuera, para poder prestarle atención a la persona que tenia adelante.
—Gracias por venir, Miya— el ambiente se volvió tenso, ninguno de los dos sabía que decir. Una de las meseras llegó a su mesa para tomar sus pedidos, Sakusa eligió cualquier cosa que se le apeteció en cambio Atsumu tuvo dificultades al elegir ya que no quería comer algo que pudiera vomitar.
—Miya, probablemente me odies luego de lo que sucedió.. pero enserió no quiero estar con malos términos contigo.. me gustaria que me dieras una oportunidad de ser.. tu amigo— dijo el alfa jugando con sus dedos debajo de la mesa apenas la mesera se fue.
—Espera.. ¿Que?— parpadio un par de veces sin poder creerlo, enserio Sakusa Kiyoomi le estábamos pidiendo eso. No entendía.. ¿por que?
—Me gustaría que fuéramos compañeros fuera de la cancha Atsumu... solo si tu me lo permites— sus pedidos llegaron y Sakusa empezó a comer en cambio Atsumu no sin poder creer lo que acaba de escuchar... ¿Que tanto cambio Sakusa durante estos años? La última vez que tuvieron una conversación decente fue hace cinco años.
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—Japón.. como extrañe estar en casa—
—Bienvenido Oikawa-san, me alegra verlo— Akaashi fue el primero en darle la bienvenida al Rey de la cancha. O en estos casos que era más necesario al Rey del drama, como Suna y Sakusa apodaban.
