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No entendía por qué lo seguía por las calles oscuras, hace varios minutos atrás lo vio salir solo, por lo que una parte de el se preocupaba ya que era muy tarde. Le aviso a su entrenador que estaría afuera y si llegara a pasar algo no sería regañado por no avisar por su salida. Se preguntaba si él omega había pedido permiso para salir, aunque si hubiera pedido permiso no lo dejarían salir solo, por lo que supuso que se fue a escondidas de todos.

Lo seguía en silencio lejos de él, aún no se percataba de su presencia algo bueno ya que no quería estar dando explicaciones del por qué lo seguía. Hacía demasiado frío y el abrigo que tenía no me protegía, iba tan concentrado en vigilar al omega que por poco soy atropellado por un auto. Suspire y cuando ví que no había más auto crucé la calle, cuando mire al frente ya no veía al rubio.

—¿A donde fue?— miro al otro lado de la calle pero tampoco había nadie, tenía un mal presentimiento, tan solo se descuido un segundo. Camine rápido hasta que llegue aún callejón donde se escuchaba sollozos, sin pensarlo dos veces me adentre al callejón que cuando más me adentraba un horrible olor se hacia mas fuerte. Me acerqué con sumo cuidado de no hacer ruido hasta poder visualizar a tres hombres que a al parecer estaban ebrios y que rodeaban a alguien. Sin perder un segundo más me acerque rápidamente a uno de ellos golpeando fuertemente la nuca dejándolo inconsciente, los otros dos se alejaron del pelirubio y salieron corriendo ya que no estaban en condicionesde para pelear. Suspire y mire al omega que se estaba haciendo bolitas en una esquina del callejón, su sudadera estaba en el suelo roto lo que me asqueaba saber que lo habían tocado. Me agache y acaricie su cabeza pero el toque hizo que el omega temblará de miedo

—no te haré nada... solo quiero ayudarte Atsumu— dije en un susurro a lo que Atsumu alzó un poco la cabeza para mirarme, lo ayude a levantarse y me quite el abrigo para que el lo utilizará ya que no quería que se enfermera y tampoco quería que alguien lo viera en esa situación.

Lo mejor era quedarse a dormir en el hotel que quedaba cruzando la calle, preguntarle al rubio si estaba de acuerdo seria en vano ya que estaba sumergido en sus pensamiento.

No les tomo ni quince minutos para estar en la habitación en la que pasarían la noche, era espacioso y acogedor

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No les tomo ni quince minutos para estar en la habitación en la que pasarían la noche, era espacioso y acogedor. El dinero no era un problema para su familia, suspire al recordar el compromiso arreglado que habian organizado mis padres. Lleve a Atsumu al baño para que se pudiera tomar una ducha pero fue más difícil de lo que pensé por que él no quería soltarme, solo se aferraba más a mi.

—no me dejes solo— susurro Atsumu aferrándose aun más, lagrimas volvían a salir de sus ojos –Omi..–

—Atsumu no dejaré que nadie más te haga daño, mientras que este a tu lado nadie te tocará— dudo un poco pero me termino soltando, lo deje en el baño para que pudiera ducharse, mientras tanto le avisaría a mi entrenador sobre lo sucedido. Le dije que llegaría antes de que el otro equipo llegara, se escuchaba molesto y seguro le diría al entrenador de Atsumu y estaría en problemas, sin más que decir corte la llamada.

La puerta fue tocada por lo que decidí ir abrirla, una empleada del hotel había traído algo de ropa para nosotros lo cual agradecí para volver a cerrar la puerta. Al pasar unos minutos Atsumu salió del baño con una bata

—trajeron ropa para nosotros así que vístete y duerme, es tarde y tenemos que regresar con nuestros equipos mañana temprano— agarre la ropa que usaría para ir al baño y ducharme, me sentía demasiado sucio. Cuando ya tenía la ropa puesta y ya había secado mi cabello fui a la habitación donde ya estaba el omega dormido. Me acosté a su lado con cuidado de no levantarlo, en cuestión de unos cortos minutos quedé dormido.

Mi Hermoso Solecito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora