Mi Hermoso Solecito

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-Atsumu, estas seguro que no quieres ir al médico?- pregunto Hinata entregándole un vaso con agua al pelirubio quien se despertó en la madrugada con ganas de vomitar. Hinata le preparo el desayuno pero solo hizo que le dieran más nauseas al rubio que tuvo que salir coriendo nuevamente al baño.

-Estoy bien.. solo tengo el estomago revuelto, creo- susurro bajito, sentado en la cama.

-Deberías quedarte, le diré al entrenador que no te sientes bien y por eso tu ausencia- aunque Atsumu quizo negarse no tuvo de otra que quedarse, recibió un beso en los labios antes de que Hinata desapareciera de su vista al salir de la casa.

Aunque debe admitir que le sorprendió que su pareja simplemente le dijo eso sin hacer un puchero o hacer una pequeña escena, como siempre hacia cuando el omega no podía ir a entrenar. Esta vez.. fue diferente.

Se quedo solo, sin poder comer ya que le seguía dando nauseas el olor del tocino. Dejando la comida sin haber sido probado ni un poco en el microondas, tal vez luego se lo podría comer cuando se le pase el malestar.

Había pasado una semana desde el incidente del bar, y tal como dijo no se habló con Sakusa fuera de la cancha. Apesar que el alfa buscaba maneras de acercarse, pero el no se lo permitía.

Atsumu durante el día estuvo haciendo sus rutinas mañaneras y viendo algunas series para no aburrirse. Pero no pudo soportar mas las nauseas y los mareos, que tuvo que llamar a Osamu pidiéndole que lo pasara a recoger y lo llevara al médico.

Atsumu odiaba ir a los hospitales, los odiaba luego de que su madre falleció en uno por una hemorragia cerebral, aunque obvio los doctores no tuvieron nada que ver, no significa que odiara estar en ese lugar. Le traía un mal recuerdo, sin decir que desde niño le temía a los médicos y a las agujas. Pero ahí estaba, en el hospital esperando a que lo llamaran para poder atenderse y saber que le pasaba.

Cuando lo llamaron Osamu lo acompaño, el médico le preguntó varias cosas y en eso le dijo que se hiciera unos exámenes para confirmar sus sospechas. Cuando le tuvieron que sacar sangre le hizo un drama a Osamu, bueno todo el tiempo lo hizo.

Al terminar Atsumu tenia un puchero mientras sujetaba un algodón en su antebrazo justamente donde lo había inyectado.

-Sabes que ya puedes quitarte eso, verdad?- dijo su hermano quien sujetaba su mano aún, por que si, su hermano dramático le pidió que le sujetará la mano todo el tiempo

-Pero si lo hago y me desangro?- Pero el menor de los Miyas sabía que todo eso Atsumu lo hacía para tranquilizarse así mismo y no alterarse en estar en ese lugar.

-Quieres salir un rato mientras revisan los exámenes?- su hermano asintió por lo que salieron del hospital para que pudiera tomar aire fresco, también aprovecharon en ir a una tienda de convivencia que estaba cruzando la calle para poder comprarle algo de comer al rubio, para que mínimo tuviera algo en el estómago.

Cuando volvieron a entrar al hospital ya los exámenes estaban listos y los habían revisado, el médico ya los esperaba en su consultorio. La siguiente noticia no sólo impacto al omega, si no que también impacto al alfa.

Ya no sabia a quien matar primero, si a Hinata por serle infiel a su hermano o a Sakusa por haberle quitado la virginidad a su hermano sin su consentimiento y sin usar un maldito condon.

Por que si, su hermano, Atsumu Miya esta embarazado. Vaya día.