Entrada #19

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Su expresión fue de asombro apenas si abrió la puerta, Georg relamió sus labios antes de volver la vista a su novio.

«Creí que aun estabas con Verina» murmuró, Bill miró sobre su hombro, a través de los muros de cristal del edificio en donde vivía; él y Georg habían adquirido un departamento en la parte de abajo, sin subir el elevador, así que podía ver fuera del edificio, justo con la
vista fija en el auto de Tom.

Lo podía ver en el asiento del copiloto, con las trenzas revueltas y las manos
cubriendo su rostro, y a Kaulitz le dolía, porque Tom estaba acabado, y aun desde su lugar, podía casi oír los desgarradores sollozos que el artista reprimía en su garganta.

Con pereza, el de ojos miel volvió su vista hasta su prometido, mordió su labio inferior, antes de dejar salir el aire por los mismos.

«Tenemos que hablar» uso aquella frase que, desde niño, había odiado.

Georg enarcó ambas cejas, haciéndose a un lado para dejar pasar a su novio al
departamento.

«¿Qué es lo que pasa?» Murmuró firme, aunque Bill ya lo conocía, y sabía que estaba nervioso.

«Yo... Georg, te mentí, yo... Yo no pude cambiar por ti» susurró el tatuado, el castaño pareció dejar de tentarse, incluso un suspiro salió de sus labios.

«Lo sé» sonrió de lado, haciendo que el tatuado frunciera el ceño notablemente.

Georg soltó un suspiro más, esta vez dejando que se rompiera, junto con su pecho.

«No soy estúpido Bill, sé que me sigues engañando, te conozco, y la verdad yo ya me di por vencido y...

«Es diferente» interrumpió el menor, dudoso, comenzó a acercarse a su pareja, sintiendo un paso más pesado que el anterior «Es que... Creo que esta vez me enamoré» susurró, bajando la mirada.

No hacía falta volver la vista a Georg para saber que estaba congelado, conteniendo la respiración para ser más específicos.

«¿De qué estás hablando? Bill, sabes que tienes un problema y...

«Hablo enserio» subió la voz, junto con la mirada «Me enamoré, más... Más de lo que imaginé estar de ti» el castaño dio dos bruscos pasos hacia el menor, logrando que éste retrocediera la misma cantidad.

«Bill...

«Me enamoré de Tom» el de cabello largo dio otro paso más, siendo detenido por la mano de Bill en el pecho «Perdóname Georg» el susodicho arrojó la mano del blogger lejos, sintiendo la impotencia subirle por el cuerpo.

«¿Perdonarte? No Bill, ¿Y sabes por qué? Porque te conozco y sé...» Tomó la mano
del tatuado, arrancándole el anillo de compromiso del dedo «Que ahora esta mierda no te importa, pero en dos semanas llegarás lloriqueando diciendo que era un error y...

«¡No es un error! ¡Amo a Tom, y lo hago mucho más de lo que pude amarte a ti!»

Ahora quien dio dos pasos hacia atrás, fue el castaño. «Te amé mucho, Georg, enserio lo hice y sé que yo solo causo dolor, que no sé apreciar lo que tengo, que solo sirvo para destruir, y es verdad, ¿Sabes? Porque yo te rompí y arruiné la vida de Tom, porque soy un egoísta y solo pienso en mí y jamás ¡Jamás! Me detuve a pensar en que estaba
destruyendo a una familia y que estaba rompiéndote ¡Pero soy un monstruo, Georg! Lo acepto» para ese entonces, las lágrimas de furia e impotencia ya habían mojado por completo las mejillas del menor «Pero quiero arreglarlo» musitó, limpiando con brusquedad sus lágrimas «Quiero dejar de hacer daño» apretó los ojos.

Georg se quedó callado, con la vista fija en su ahora ex pareja. Porque era más que claro que ese era el final del "Nosotros". Con paso lento, se acercó al tatuado, suspirando con fuerza. Levantó el mentón del muchacho, soltándolo para después tomar la mano tatuada y depositarle el anillo entre los dedos.

«Igual es tuyo» susurró el castaño, sintiendo su garganta escocer, al igual que las lágrimas

«Tarde o temprano lo utilizarás, y no conmigo» aceptó «Estás cambiando Bill... Pero no gracias a mí» susurró, limpiando las lágrimas de las mejillas del tatuado con su pulgar

«Y no importa que sea un hombre diez años mayor a ti, para un héroe no hay edad, ni tampoco capa» susurró, inclinándose para besar cortamente los labios del menor «Yo también te amé mucho» susurró contra los labios contrarios «Pero todo tiene un final>> se
separó de Bill, acariciándole la mejilla.

El pelinegro embozó una sonrisa en medio de todas las lágrimas, acercándose de nuevo para abrazar al contrario.

«Gracias.

«No es nada» el universitario se separó, limpiando sus lágrimas con rapidez.

Georg le tomó del hombro, encaminándose a la puerta, divisando esa melena de trenzas que le había quitado a su pequeño tatuado. Bill soltó un pesado suspiro, separándose de Georg para encararlo.

«Mis cosas...

«Yo te las mando, solo me das la dirección por texto y...» Otro suspiro similar al de su ex novio salió de sus labios «Ve y arréglalo» señaló con la cabeza a través del cristal del
edificio, al auto de Trumper «Te necesita» Bill le dedicó una sonrisa, acercándose y depositándole un corto pero corto beso en los labios. El último.

«De verdad muchas gracias» sonrió de lado.

«Vete antes de que me arrepienta y vaya a cortarle los huevos a ese cabrón y a
encerrarte a ti en el sótano del edificio» sonrió levemente, haciendo reír a Bill.

«Adiós Georg.

«Adiós Bill» y entonces lo vio alejarse, subir al auto del pintor que en un principio fulminó con la mirada en aquella tienda de lencería, ver a el pelinegro alzarle la mirada, limpiarle las lágrimas al hombre y depositarle un corto beso en los labios.

Sí. Bill se había ido...





Dolía. Dolía demasiado tener que morderse los labios para no decirle a Tom que estaba roto, que él mismo lo había roto, metiéndose en su vida; porque si tan solo... Si tan solo Bill no se hubiera metido debajo de las sábanas de Trumper, nada de eso hubiera pasado, el artista seguiría con su hija y esposa, gozando de una vida feliz y perfecta, no ahí, en su auto, tratando de sonreír a la persona que le había partido la vida
en dos, que lo había arrebatado de su hija. Y es que bueno, Bill se sentía un monstruo.

«Creí que Georg nos mataría» trató de reír el hombre, Bill le dedicó una leve sonrisa, volviendo su vista al camino, sentía la culpa quemarle el pecho.

«Georg es genial, siempre lo ha sido.

«Puedo verlo» concordó el mayor, volviendo su vista a la ventana.

Bill orilló el auto, apagando el motor en tanto un suspiro salía de sus labios.

«¿Qué pasó?

«I don't want to you trouble...» Comenzó a cantar, haciendo que Tom guardara silencio, Bill
echó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos «Don't want to stay too long...

«I just came here to say to you...» Cantó él, logrando que los ojos del pelinegro se abriesen y volteasen a verlo «¿Quieres saber cómo sigue esa canción?» Murmuró con la voz ronca, Bill se enderezó en su asiento,
moviendo la cabeza afirmativamente.

Tom soltó un pesado suspiro, tomando las manos del tatuado y acercándose a él.

«Turn around, I am here...» Comenzó, besando las manos del tatuado «If you want, it's me you'll see
...» Cerró los ojos, pegando su frente con el tatuado « » comenzó a agregar. «Your life is meaningless ,Your diary full of trash,It's so hard to get along with empty hands...

«You're looking for the rainbow but it died not long ago .It tried to shine just for you until the end>> Le interrumpió el menor, haciendo que una sonrisa se embozara en el rostro del mayor.

«Te amo Bill, y no me importa si Heidi quiere quitarme a mi hija, yo sé que tú me vas a ayudar y... Y eso es lo único que me importa» susurró, entrelazando sus dedos con el contrario, Bill se limitó a sonreír besando sus labios antes de volver a prender el auto.

«Ahora solo somos tú y yo contra todos» murmuró, tomando aire.

«Es más que suficiente» concordó el moreno.

Sintiendo que el dolor comenzaba a desaparecer...

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