Entrada #18

19 4 3
                                    

Todo estaba en sumo silencio, era como si hubieran presionado el botón de pausa al control remoto; Tom no podía moverse, Bill no sabía qué hacer y Heidi simplemente no podía asimilarlo.

«¿Qué hace Billy aquí?» Leni fue la primera en dar un paso, Heidi abrió la boca aun más, atónita, tomo por el hombro a su hija, aun sin dejar de ver a Bill.

«Sube a tu recámara cariño» susurró, Leni hizo un ruido de aprobación, tarareando y subiendo las escaleras después.

«Heidi, puedo...

«Shh» le calló la mujer a Tom, quedándose atenta hasta oír el portazo del cuarto de su hija. Volvió su vista a Bill, relamiendo sus labios para poder hablar. «Yo... Quiero...»

Tomó aire con fuerza, para dejarlo salir con pesadez «Quiero que tú... Que tú...» El de trenzas comenzó a incorporarse de su asiento. Heidi levantó una mano «No, estoy bien, solo que tú... Me engañaste con un hombre» una risita irónica brotó de sus labios,haciendo estremecer a Bill.

«Cariño, escúchame...

«¿Para qué, Tomi? No vas a decirme que lo que veo no es cierto ¿Verdad?» La risa seguía brotando, de una manera dolorosa.

«Heidi, deja que Tom te explique, esto...

«Esto es verdad ¡Maldito hijo de puta!» De un momento a otro, Heidi ya se había lanzado encima de Bill, lanzándole golpes y arañazos en la cara «¡Te acostaste con mi esposo, maldita perra!

«¡Heidi, déjalo!» Exclamó el moreno, tomando a su esposa por la cintura y
separándola del universitario.

«¡Te voy a matar, maldito bastardo! ¡Tú no puedes quitarme a mi esposo, cabrón de mierda!

«¡Heidi cálmate!» Gritó Tom, sosteniendo con bastante fuerza a su mujer.

«¿Quieres que me calme? ¿¡Quieres qué me calme!? ¡Yo te voy a enseñar cómo puedo calmarme, estúpido imbécil de mierda !» la rubia tomó los brazos de su esposo, encajando sus largas uñas con fuerza.

«¡Mierda, Heidi , déjame!» Bill tomó a la mujer de los brazos, sosteniéndola con fuerza mientras Tom la contenía por la cintura.

«¡Heidi, por favor, Leni está arriba!» Exclamó el tatuado, logrando que la mujer dejara de forcejear contra los dos hombres.

Tom no sentía sus brazos, Bill tenía un rasguño a lo largo de su mejilla, causado cuando la mujer se le lanzó de repente a atacarlo, los tres tenían las respiraciones agitadas, así como el corazón latiendo al máximo.

El artista soltó a Heidi para casi tomarla al instante cuando ésta intentó lanzarse contra Bill una vez más.

«¡Ya tranquilízate!» Alzó la voz el moreno, logrando que esta vez la mujer lo escuchara. La soltó con cuidado, mas ahora Heidi no intentó nada.

Bill le soltó los brazos, sintiendo su corazón latir dos veces más rápido, junto con la adrenalina corriendo por su cuerpo.

«¿Desde cuándo?» Masculló de repente la mujer, viendo con desilusión a Tom

«¿Cuánto tiempo me has sido infiel, Tom?

El mayor intercambió miradas con su amante, Heidi se colocó enfrente de Bill.

«¡No lo veas!» Murmuró, volteándose de frente al tatuado «Cámbiate y lárgate si no quieres que llame a Georg» el blogger vaciló «¡Ahora!» Insistió Heidi, el pelinegro salió corriendo casi al instante escaleras arriba, dejando al matrimonio a solas.

Tom sintió que la poca firmeza que tenía se iba con Bill al piso superior, estaba
totalmente vulnerable.

«¿Qué hice mal?» La voz de la modelo le rompió el pecho. Él suspiró.

TUMBLR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora