Avenida 87

Capitulo 14

—Estás bromeando. —Taehyung se levantó tan rápido de la mesa que su silla cayó al suelo, su boca estaba tan abierta al igual que sus ojos.

Seokjin negó con la cabeza mientras sonreía embobado.

—No lo es, me invitó a salir. —sus mejillas se pusieron rojas ante la vergüenza y la emoción de salir con Namjoon.

—¡Estoy tan feliz por tí! —se acercó a abrazarlo con mucha felicidad, aún estaba que no lo creía, parecía irreal, eso lo hacía especial.

—Gracias hermanito —correspondió al abrazo, aún con aquella sonrisa en su rostro—. ¿Y qué tal vas con Jungkook? —preguntó una vez volvieron a sentarse a cenar.

Taehyung soltó un profundo suspiro y se encogió de hombros, mirando su plato con poco interés.

—Realmente no lo sé.

—¿No lo sabes?

—Lo besé. —confesó.

—¡¿Lo besaste?! ¡Niño aún es demasiado pronto para eso! —aunque parecía un poco enojado, en el fondo se sentía feliz de que su hermano hubiera hecho eso.

—¡Lo sé, me equivoqué! Tuve que pagarlo.

—¿A qué te refieres?

Taehyung se mordió el labio inferior, conteniendo una risa para nada divertida, sino de tristeza y de impotencia.

—Mi corazón.

—¿Qué tiene tú corazón? —Seokjin lo miró sumamente confundido, dejó de lado su comida y esperó a lo que tuviera que decir su hermano.

—Empieza a desvanecerse.

Y después de decir eso, un silencio reinó en aquella casa, en aquel lugar.

—¿C-cómo? —no pudo contener el dolor que provocaban aquellas palabras, por lo cual de sus ojos salieron polvos de estrellas, que significaba que estaba llorando.

—No te preocupes —se acercó a su hermano mayor y tomó su mano—. Hasta que se cumpla el tiempo dicho, seguiré aquí, seguiremos aquí. —le regaló una sonrisa sincera para tratar de tranquilizarlo, mientras miraba fijamente a Seokjin.

—No se te ocurra volver a besarlo hasta después de un tiempo, no rompas más las reglas de lo que ya lo has hecho.

El rubio soltó una risita y asintió, volvió a su asiento, y ambos volvieron a cenar tranquilamente.

...

—¡Él me besó!

—¿Te besó?

—¡Sí!

Jungkook caminaba en círculos en la habitación de Yoongi, con una expresión de confusión en su rostro, se notaba estresado, confundido, sorprendido, con un sin fin de emociones que se acumulaban entre más pensaba en aquel beso bajo la lluvia.

—Que adorable. —dijo Yoongi al levantarse de su cama y dirigirse a su escritorio donde tenía su celular.

—No es adorable, Yoongi.

—¿Entonces?

—Lo acabo de conocer, joder, no se supone que debería hacerlo.

—Pero te has besado a más personas en fiestas sin conocerlas.

—¡Eso es cuando estoy ebrio, no cuenta! Esto es... diferente. Corríamos bajo la lluvia y, honestamente no sé qué me pasó pero también correspondí, y dios, se sintió tan mágico de alguna manera. —sus ojos brillaron al recordar el cómo había besado a aquel rubio que no dejaba de rondar en su cabeza.