Dante después del abrazo me miro con vergüenza y seriedad: Ya te digo que esta parte de mi, esa parte débil, solo puedes verla vos. Yo no soy así...¿cómo decirlo?,¿romántico? Así que no juegues conmigo, ¿Has entendido? –Le dijo Dante con una intensidad y emoción al mismo tiempo.
Ivy había asentido con seriedad, entendiendo la magnitud de lo que él había revelado. Dante la había acompañado a su habitación, y justo cuando ella estaba a punto de cerrar la puerta, él le había preguntado:
–¿Qué crees que haces? –Lo dijo sorprendido, y disgustado– ¿No se suponía que dormiríamos juntos?
– Wee, eres re confiado. Y claro que no. Además no se si debo confiar en ti, quien sabe cuales son tus verdaderas intenciones. –Ella se cruza de brazos viendo a Dante–
–Pues me da igual aun asi dormire contigo, no soy un pervertido –Él está por entrar a la habitación pero ella lo empuja afuera negándose a la idea. Este se deja empujar por un momento pero cuando está por entrar ella lo empuja con más fuerza lo que hace que este se caiga.
–¡Ay! Perdón Dante. –Ella le ofrece una mano pero este al tomarla la empuja con él, lo que hace que ella caiga encima de él. Este se acuesta en el piso disfrutando el momento ella queda unos tres segundos pero cuando se pone de pie ella ve a Dante y le dice con frustración–Que infantil que sos. Bueno que descanses.
–Espera–Dante se pone de pie y sostiene la puerta, él la ve con deseo y dice con voz grave y seria– Por lo menos el beso de las buenas noches.
Dante se inclina a ella a punto de besarla, pero ella le cierra la puerta en su cara, haciendo que este bese la puerta de madera. Este al notarlo se enfada:
–¡Oye! ¡¿Por qué hiciste eso?! –Él se pone de pie pareciendo que grita la pared porque no recibe respuesta. Suspira y serio dice con su voz grave– Está bien. Te dejo esta noche, pero la próxima no será así. Que descanses.
Dante se va de camino a su habitación poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. Ivy por su parte al escuchar todo lo que dijo Dante y de cuando se fue ella se sienta en el suelo apoyándose en la puerta diciendo con carisma y divertida: Que tipo...
A la mañana siguiente Ivy no pudo evitar pensar en la historia de Dante, ella sabía que él no quería contarle todo entonces ella suspira pero en eso ella se acuerda de alguien clave Nales. Entonces se levanta de la cama con toda emoción del mundo, se peina y sin cambiarse de pijama y ponerse por lo menos unas chanclas se va corriendo por los pasillos en busca de su querido cuenta chisme, Nales. Dante veía como ella corría de acá para allá pensando: "En serio. ¿Cómo puede atraerme alguien así de energética? Si apenas que puedo conmigo mismo." Él suspira y prosigue con sus cosas.
Ivy al ver en una de las ventanas que Nales estaba en el jardín regando las plantas ella con emoción baja rápido las escaleras para poder ir con él, mientras ella corre para hablar con Nales Ivy muestra su emoción y su urgencia lo que sorprende a Nales, quien le pregunta con preocupación:
–Señorita Ivy, ¿Está usted bien?¿En que la puedo ayudar?
—Sí, estoy bien —contestó Ivy, todavía jadeando—. ¿Tienes algún tipo de álbum o libro que hable sobre la vida de Dante?
Nales frunció el ceño, sorprendido.
—Oh, creo que sí. Pero, ¿para qué lo necesita, señorita?
—Lo necesito para... —Ivy se detuvo para recuperar el aliento— ¡Ay, solo lo necesito!
Nales levantó una ceja, pero al ver la seriedad en los ojos de Ivy, dejó la regadera e hizo un gesto para que lo siguiera. La condujo a una biblioteca oculta en la mansión, una habitación llena de polvo y viejos tomos. Nales se inclinó y levantó una tabla del suelo, revelando una caja escondida.
—En esta caja, tenemos algunas cosas de Dante, ya sean juguetes o su diario. —Agacha la cabeza mostrando nerviosismo y como si fuera que es lo más peligroso del mundo— No he llegado a leer su diario, nadie lo hace ya que tememos que este nos haga algo mucho peor, él, como ya te dije, es muy quisquilloso con lo que tiene que ver con sus cosas. Por favor, tenga cuidado con lo que va a hacer con esto señorita...
No pude evitar sentir un escalofrío recorrer mi espalda, sentía como si fuera que estaba por descubrir algo que no debía, pero qué más da... Creo que a esto se refería Dante cuando me dijo "Hay cosas que es mejor no enterarse". ¿O me equivoco? Nales sin decirme nada más se retira del lugar, con la esperanza de que no lo vea Dante haciendo semejante cosa. Mientras veía que se iba me voltee a ver la caja, y con todo el peso del mundo la abrí, no era exactamente lo que esperaba pero me tope con juguetes, un Transformers, autitos que me derretian de la ternura, tambien encontre fotos, de el de bebe, parecía tan delicado, pero ahora era Jefe de la Mafia... que macizo. Pero habian mas fotos de una mujer de ojos morados y igual que su pelo, supongo que debe ser su madre, era bellísima, y cada una de las fotos de ella tenía algo escrito ya sea "Mi mami es la mejor" "Quiero mucho a mi mamá" y me ponía un poco triste que ese niño tan amoroso haya desaparecido después del lecho de su madre. ¿Cuánto habrá cambiado Dante? Después de revisar las fotos me tocó ahora ver el diario de Dante. ¿Qué secretos desmantelará este libro sobre su vida pasada?
ESTÁS LEYENDO
Sombra del deseo.
Non-FictionIvy nunca imaginó que su vida cambiaría por completo en un abrir y cerrar de ojos. Un misterioso y oscuro joven la secuestra, llevándola a una lujosa mansión rodeada de sombras y secretos. Él es Dante, el implacable líder de una poderosa mafia, con...