Para muchos, la primavera es un canto de alegría y un renacer de la vida. También lo fue para mí en su momento, un tiempo de luz y esperanza. Sin embargo, esa esencia vibrante se ha desvanecido con el paso del tiempo. Mi primavera, una vez radiante...
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Los días se deslizaban uno tras otro hasta que llegó, por fin, el día del esperado festival escolar. El patio trasero, adornado con guirnaldas coloridas y luces titilantes, se transformó en un escenario mágico. Una estructura elevada dominaba el lugar, rodeada de sillas dispuestas con esmero, y mesas de madera rebosantes de delicias y bebidas tentadoras. Era un evento que atraía a todos: profesores, directivos, estudiantes y algunos padres de renombre, aquellos que siempre tenían un pie en la puerta de las decisiones importantes, o cuyos generosos donativos lograban hacer realidad los sueños de la escuela.
-¿Lograste contactar a Jennifer?, esto me está poniendo de los nervios----expresó Beatriz con preocupación, mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho cubierto con el negro vestido de seda.
-Así es, hablamos hace un momento y no podrá llegar, su fiebre es demasiado alta----respondió con una mirada apenada Fabricio.
Sabía mejor que nadie cuánto se había esforzado Beatriz para que el festival fuese perfecto. Aunque la perfección no existe.
-Todos saben que una estudiante presentará el festival, no podemos cambiar las cosas ahora subiéndonos ahí, pero ningún concursante puede hacerlo, ¡ayyy, esto está arruinado!----se llevó las manos a la cabeza con una mirada de desesperación.
-No podemos dejar al público en espera, vamos a presentar el festival----expresó tomando su mano con firmeza.
Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba, el murmullar de la multitud se intensificaba, pues el escenario permanecía desierto. La expectativa llenaba el aire, y los dos se preparaban para arriesgarse a abrir el festival en contra de sus propias palabras. Pero fue en ese instante que una figura apareció entre la multitud. Con un vestido blanco que danzaba suavemente con el viento, y su cabello suelto en cascada, Scarlett se erguía llena de determinación. Había escuchado las conversaciones de los espectadores anhelando una chispa de talento, pero su propio potencial permanecía oculto bajo la sombra de sus inseguridades. Jamás descubrirás de qué estás hecho, sin arriesgarte a romperte como el papel o fundirte como el oro.
-¡Hola a todos!, ¡bienvenidos al nuevo festival escolar!----expresó elevando su voz con una sonrisa, mientras el público aplaudía----demasiado talento rodea a esta escuela, no lo digo yo, lo comprobarán a continuación----curvó sus labios y se retiró del escenario.
El fondo del escenario era un lienzo en blanco que cobró vida cuando emergió un mensaje profundo: "La poesía es el sentimiento que se expresa a través de palabras". Justo entonces, un joven alto se plantó frente al micrófono y comenzó a recitar su poema, dejando un eco de palabras que parecían danzar en el aire. Mientras tanto, Scarlett permanecía a un lado, con el corazón palpitante, esperando su oportunidad. Fue Beatriz, quien se acercó, esbozando una sonrisa que iluminó su rostro.
-Te agradezco por dirigir el festival escolar----Scarlett asintió con simpleza. Como si no tuviese que agradecerle----algo me impresionó, ¿cómo es que te sabes el guión?----sus ojos demostraban sorpresa.
