25 - Mi Kryptonita

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Capítulo con escenas +18
Si no te agrada este contenido, que es entendible, estás en todo tu derecho de pasar el capítulo sin necesidad de molestar a nadie



—¡Ahh, Ángel!~

—Que lindo te ves saltando encima de mi~

Para empezar con todo, Kevin y Mala se encontraban en algún lugar de la concentración perdidos como ya se empezaba a hacer costumbre, de la nada se desaparecían y regresaban muy sonrientes los cabrones.

¿Por qué será?

—¡Más rápido! Así, más, m-más~

Creo que todos sabemos el porque.

—Mhg... Kev~ — los labios del portero atacaron el cuello y pecho tatuado del lateral dejando besos y pequeñísimas marcas. — eres mi debilidad...~

Dijo aquel de abajo mientras tomaba la cintura del menor entre sus brazos y disfrutaba de cómo este se mantenía subiendo y bajando como si su vida dependiese de ello; con el pelo todo revuelto sobre su cara, con pequeñas lágrimas e hilos de saliva.

Eso le causaba una sonrisa a Mala.

—A-amor...~ — Kevin ni siquiera podía terminar de hablar, se atravesaba uno que otro gemido alto que se reprimía al besar a su novio.

—¡No te detengas, ya casi!~

Un par de saltos más y...

—¡Hemos terminado por hoy! — gritaron los de cuerpo técnico apenas dieron el sonido del silbato de terminación al entrenamiento del día.

—¡Bien, bien!

Y ahí salieron Kevin y Mala con una sonrisa en sus rostros de quien sabe que parte de las instalaciones, pero bueno, ya no era mayor problema pues ya habían terminado.

—¡Estoy cansado, hermano! — gritó Igor en el oído de Kevin quien obviamente se quejó mientras lo hacía a un lado.

—¡No me grites!

—¿Donde estabas, wey? — ahora fue Brian quien casi lo tira, las pocas fuerzas de Kev y el abrazo del contrario casi los dejaban en el suelo.

—¿Qué verga les importa?

—Eres un hijo de mil, nos dejas solos y no nos quieres decir. — el de rizos sabía que molestaba a su mejor amigo y eso le causaba risa.

—Osh. — antes de que el lateral pudiera decir algo más Henry hizo presencia frente a ellos y habló.

—Ey, Kev. ¿Donde estabas?

—Otro... — susurró. — me canse y andaba por ahí relajándome.

—Ya veo, que bueno que hayas descansado. — una vez dicho eso se volteo y hablo para todos ocasionando que lo mirasen. — ¡Oigan! Creo que hemos dado mucho estos torneos, debemos relajarnos y disfrutar un poco ¿No lo creen?

—¿O sea...? — preguntó el Rayo a sus amigos los cuales sólo se encogieron de hombros.

—¡Fiesta!

—Ah, con que era eso.

Todos estaban contentos con ello realmente.

Nadie se puede negar a una fiesta, tener un buen ambiente y un grandioso recuerdo gratis nunca es negado. A todo mundo le gusta salir y divertirse para relajarse, en especial a nuestros queridos jugadores del Club America, a veces luego de tantos partidos se necesita descansar.

—¿Irán, chicos? — preguntó nuevamente Henry al trío de amigos quienes se miraron entre sí.

—Anda, no está mal un descanso.

Ninguno de los dos [Malakev]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora