6. ** CALMA**

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Por la mañana, baje listo para ir al instituto, me tocaba exponer con Jimmy en clase de Quimica. Mientras tanto, la ventana de la puerta trasera daba al pequeño jardín que es muy verde, la lluvia caía despreocupada por las grandes hojas del higo. A Lucy, le gustan las plantas, tiene varias en ese verde rincón, algunas medicinales y de olores fuertes como vaporub, hierbabuena, lavanda... suelen hacer un espacio fresco. Comparto ese gusto.

Sentí el frío, y en mis dedos el calor de la taza de café que me preparó Lucy esa mañana, desee poder parar el tiempo, para no tener que ir a la escuela.

Lucy estaba leyendo algún libro o libreto, acostada en el sillón, estaba escuchando de fondo con volumen suave un álbum, creo que era de la barranca. Noto que la mire y me dedico una sonrisa, continuó su lectura. Me gusta que con tía Lucy a veces no hay palabras que cruzar, pero existe una muy buena comunicación entre nosotros. Se levantó a buscar otro disco cuidadosamente de entre los que estaban en el repertorio. Yo estaba en la cocina, preparé unos huevos hervidos para desayunar con ella, no quise interrumpirla, así que le deje su plato en la mesita que tenía a su lado y después de un rato la escuche desde la barra de la cocina 

— ¿Sus? — me dijo, sin voltear a verme, seguía buscando algún álbum.

— Dime Tía. — continúe recogiendo la mesa

—Veras; estoy escogiendo una melodía, que hay que poner de fondo en una escena de la obra en la que estamos trabajando, mira, es muy curioso como es que el sonido puede inducir a las emociones, ayudarse de la música para crear una atmósfera precisa de sensaciones, pero creo que no logro encontrar la melodía correcta, debo confesar que eso me pone muy nerviosa, me siento bloqueada, creo que debo relajarme, si...— cerró los ojos algo fatigada, se detuvo para sentarse y respiro con una exhalación prolongada. Tomó la taza de té que le había puesto en la mesita

— Gracias querido. — Tomó un sorbo, como si de eso dependiera la solución a su dilema.

— ¿se te ocurre una idea? — pregunto todavía calmándose

Me agrada cuando Lucy me pide opiniones musicales, el asunto era bueno, sin embargo, de entre toda la música no se me vino ni una a la mente. Me dejé caer en el sillón a un lado y me quedé en silencio un rato. Demonios mi mente estaba en blanco. Ella continuó aclarando su idea.

— Es una comedia negra, la escena, es sobre dos presos, uno que ha matado en su pasado a un hombre negro y el otro preso está encerrado injustamente pero, ironicamente, es negro, con el tiempo empatizan y el asesino hace un plan para que su amigo escape, la escena que te cuento es la de ambos ejecutando el plan, entonces, quiero que la melodía sea algo dramática, pero no quiero que pierda la tensión. Estoy cansada de buscar... Debo relajarme...— dijo dando un suspiro.

¿Lucy desvelada? no recuerdo cuándo fue la última vez que la vi estresada, la pobre debió haber pasado mucho tiempo pensando. Después de un rato en silencio noté que parecía estar más tranquila, mientras cerraba los ojos se me ocurrió una respuesta. Trate de decirlo calmado para no sacarla de su relajación.

— Tal vez debas dejar que tu mente serena, produzca algún recuerdo en el que hayas experimentado una emoción parecida, de esta forma quizá te conecte con alguna melodía... —

Abrió los ojos por completo, mirando la pared.

— ¡Claro...! — tomó su cabello despeinado con ambas manos, emocionada — Soy tan afortunada de tenerte en mi vida Sus. — sonriendo como desorbitada, se levantó y comenzó a buscar entre los discos. Me límite a mirarla.

—...¿ cuál fue el recuerdo? — pregunté

— Un festival masivo de rock. Diego y Gloria, me llevaron con ellos, un tanto por conveniencia claro, pero qué importaba eso cuando iba a ver a mi banda favorita tocar en vivo. Fui yo el pase de salida para con los padres de Gloria, siento que se escuche así de feo. En ese entonces sus padres no la dejaban salir sola ni para ir a la escuela, entonces imagínate, si se enteraban de que ella tenía novio, y que era un profesor, seguro que la habían puesto en una escuela de monjas, pero salió por primera vez con permiso de sus padres, ya que me conocían muy bien. También fue mi primera y última vez en que me escapé de casa, sin permiso, porque yo estaba castigada, mis notas no eran las mejores del mundo, debo admitir. Diego me cubriría, sería su forma de pagar el favor. —

Mientras me contaba, Lucy seguía buscando, pasando uno por uno de los discos, mirando las portadas, por delante y por detrás

— La verdad todo se supo al final, al menos con mis padres, no sabes la que se nos armó... Pero no voy a negar que fue muy especial y divertido además de que fue mi primer concierto en vivo. El festival fue nombrado como el nombre de la locación. El lago Avándaro en Valle de Bravo. Inolvidable — Lucy continuaba buscando.

—¡Lo encontré! — dijo como si de un tesoro se tratara, miro el reloj.

— Sus... si quisiera que te quedaras a escucharlo, pero ya es algo tarde! — suspire algo desanimado, yo también deseaba lo mismo.

— ¡Vamos Lucy, solo gira el disco ! — sin dudarlo lo hizo y comenzó esa divertida y curiosa canción "Lucifer Sam"

— ¡Si! Es perfecta para la escena. — confirmo mientras reproducía, era una canción divertida y algo tétrica, cuando terminó la canción, confirme con la cabeza, era una buena opción. — Ahora debes ir a la escuela, suerte en tu exposición, no entres mucho en discusión. — me dio sus guantes y un paraguas.

— Claro Lucy ¿no ves que me muero de ganas por pararme frente a personas que miran todo menos el tema central? — dije sarcásticamente, sonreímos.

Salí rumbo al instituto, estoy en sexto semestre de la preparatoria que está a tan solo tres calles y media de casa, preferí caminar, aún tenía tiempo. No sé si les ha pasado que una caminata matutina despeja la mente, y despierta pensamientos, no me condenen si en algún punto, comienzo a hablar solo, y aunque no es algo raro si no algo normal, algunas veces he sentido las miradas de personas que seguramente se van preguntando si quizá estoy delirando. ¡No, pero si así fuera, usted puede continuar con su camino! solo una charla tranquila. Y qué si de vez en cuando se me escapa una risa. Bueno es normal, acepto que puede ser un poco raro, pero si se trata de mentes normales, el mundo entero estaría atado, si sabes a lo que me refiero. Es tan irónico pensar que hubo algún tiempo en el que solo hablábamos con nosotros mismos, luego se nos olvidó escucharnos, y comenzó a ser extraño. Ha, pero el ser humano tenía la necesidad de compartir, de externar, lo que también tiene su magia, pero a este paso, llegará el día en que todos estaremos atrapados en una red social, adictiva, llena de primeras impresiones, por ahora, solo puedo disfrutar del panorama ¿verdad?

La calle independencia en una mañana lluviosa hace que valga la pena el frío entumiendo los dedos de mis manos. Los sauces que cuelgan de sí mismos, los pinos húmedos, los maizales despreocupados, despiertan esa sensación que solo te da el verano, y entonces se me antojo aquel sabor, saque de mi mochila un lucky strike, no era que yo fuera rico, tampoco que acostumbrara a fumar, aun, sin embargo en mi último cumpleaños, donde cumplí 18, le pedí a Lucy de regalo una cajetilla de lucky strike, solo porque ella me pidió que escogiera un obsequio, había escuchado, que saben bien, y así es, después de una charla con Lucy sobre la voluntad humana, no me prometió nada y días después me los obsequio, tenía casi un mes con la cajetilla y estaba casi intacta.

Esa mañana fría pintaba perfecto con su sabor, lo encendí, disfrute la primera calada como nunca antes. Noté que venía de frente un chico, sus ojos apenas se le notaban entre sus risos sueltos y largos, vestía muy sencillo de color negro, cruzamos miradas, es raro que alguien te sonría en la calle sin motivo aparente, más que el de ellos, le devolví la sonrisa, luego seguimos nuestro camino, llego a mi mente la afirmación de la profesora Janet, en la clase de comunicación, sobre la libre interpretación.

    

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