Tenía el estómago un poco más tranquilo. Abrí. Era Helen, ¿Helen? ¿Qué estaba haciendo ahí?
—...Hola — dije, me saludo mostrándome la palma de su mano.
— Hey... siento tener que venir a buscarte, no quiero ser inoportuna... Es solo que, te fuiste de clases tan de pronto y tiempo después se dijo que había un alumno herido.— Se veía algo agitada.
— Solo quería saber si te encuentras bien...— dijo, mirándome fijamente, era linda, parpadeo de una forma tan dulce. Pero qué bonita mirada, pensé. Trate de reaccionar.— Perdón por lo que voy a preguntar, pero, tuvimos un asunto delicado y tenemos que mantenerlo privado, por ahora ¿vienes acompañada?— pregunté, mientras observaba el perímetro.
— No, vengo totalmente sola. —
— ¿Quieres pasar? . — pregunté, más tranquilo.
Pasó, tímida, tomando los tirantes de su mochila, cerré la puerta. Se recargo en el respaldo del sillón, camine hacia la puerta corrediza, invitándola al jardín, en una pequeña banca de madera, que yo había hecho alguna vez, se sentó en flor de loto, jalando las mangas largas de su suéter para tapar sus dedos, el clima era húmedo.
— Me alegra saber que estás bien — no podía creer que ella estuviera ahí, tan decidida y con algún tipo de seriedad que le hacía ver un resquicio de su lado más lindo y sensual. Respiré, traté de mantenerme al margen. Me concentré en explicarle la situación.
— Gracias por venir....La verdad es que no se trata de mi, sino de él primo de Jim. Alfredo. Tuvo un enfrentamiento con el director, en el que le roció los ojos con gas lacrimógeno aunque Armando le arranco el arete de la oreja primero. Lucy ha ido a tratar de calmar la situación. Pero no ha vuelto, me preocupa. —
—Si, la vi en el instituto... justo por es que pensé que se trataba de ti, no te preocupes, yo no diré nada. Ella esta bien, seguro que ya no tarda. — asentí con la cabeza, nos quedamos en silencio un momento. Yo quería preguntarle algo hasta que me atreví.
— Oye hoy, en clase, estabas dispersa... ¿pasa algo, estás bien? —
— Si, bueno... trato, no tengo una mala vida, después de todo... los problemas se normalizan con el tiempo ¿No? Se aprende a vivir con ellos, creo. — dijo sin mirarme, miraba el jardín.
— ¿Qué tipo de problemas?. — se quedó pensando. Helen había adquirido un gesto melancólico, desee no haber dicho eso último. sentí que la había hecho sentir más triste de lo que ya estaba y me sentí fatal.
— ...Verás, hace unos días falleció mi abuelo. — al decirlo ella tenía el semblante más serio de lo normal.
— Lo siento. — dije.
— De hecho no es su muerte lo que me tiene así... A decir verdad, nunca lo quise ni le tuve algún tipo de respeto, y sé que él tampoco, solo era un imbécil, pedante, machista. — suspiro, acomodando el cabello que le cubría su rostro. — Yo, me negué a ir a su funeral. Discutí con mi padre por eso, dijo que soy insensible. ¿Puedes creerlo? El me dijo que soy insensible. Mi madre intervino entre los gritos y ... La golpeó. — suspiro, ella seguía mirando el jardín, Trago saliva como para apretar el nudo que tenía en la garganta. Cuidadosamente la abracé, y sentí como si estuviera hecha de algún tipo de cristal delicado y justo así, se rompió..
— Está bien llorar...es bueno sacar lo que nos hace daño, no debe quedarse con nosotros. — susurre.
— Lo sé pero me hace sentir tan débil. —
— No es de gente débil, si no de gente hábil... poder exprimir de las entrañas un dolor inevitable. — limpio sus ojos, con las mangas largas de su suéter, se quedó en silencio y ya más tranquila, nos quedamos mirando el jardín otro rato.
ESTÁS LEYENDO
REACCION.
Teen FictionEn México 1986. Susma; un estudiante de preparatoria, se cruza con personas de su pasado más crucial, lo que lo lleva a conocer las emociones más bonitas, y las que de vuelta estas traen.