Between 2 Demons

Capítulo 13 Recuerdos de origen divino.

Pronto amaneció. Decidí salir un rato al bosque y distraerme un poco.

Mire a mi alrededor, todo estaba desolado.

Cuando me acerque hasta ese punto en el que el portal se abre (no sé cómo se llama), pero le digo así. Entro y todo a mí alrededor es bastante cómodo y callado.

Los animales se dejaron atraer hasta donde estaba.

Un lindo ciervo bebé llega a mí y le acaricio su linda y pequeña cabeza.

Avanzó y me siento en una gran roca mirando todo el lugar.

«Es hermoso, tranquilo y bastante agradable».

Los árboles se movían ligeramente mientras que las flores estaban muy vividas, dentro estaba nublado y fresco. No era para nada caluroso.

Junto a mí un ciervo grande abre su boca y me toma de la manga de mi vestido.

Me levanto y el me guía a un camino. Lo sigo, junto a mí los animales también.

Sigo caminando por una parte a la que no conocía ya que nunca me había adentrado tanto al bosque.

El ciervo me suelta después de dejarme frente a una laguna, tranquila. Su corriente de agua es muy tranquila, apenas se mueve un poco.

Todos los animales a mi lado se recuestan como si fuesen a descansar, pero no lo hacen, solo se quedan allí muy tranquilos.

No estaba segura si me querían enseñar la laguna o algo iba a suceder...

SILENCIO:

Tomo asiento en el suelo y cierro mis ojos. No escuchaba absolutamente nada.

Todo era un profundo silencio tranquilizante. Me gustaba como se sentía esa atmosfera.

—Aurora... —se escucha en lo más lejano.

Pero Aurora estaba tan concentrada en ese silencio que no lo escuchaba.

—Aurora... —se escuchó su llamado nuevamente.

Abro mis ojos porque me pareció haber escuchado algo. Pero no vi nada, así que cerré nuevamente los ojos, decidida a quedarme allí en mi silencio.

"—Serena."

Abrí mis ojos de golpe. Mire a mí alrededor. No había nadie.

Me levanté y me acerque a la laguna con precaución, mire mi reflejo en el agua.

Nada.

Me di la vuelta para volver a casa. Cuando lo hice frente a mí había una mujer.

Sé que cualquiera se abría asustado, pero yo no. Simplemente no lo hice.

Sin embargo... Sentí como que ya la había visto antes pero, ¿Dónde?

—Hola, Aurora—dice la mujer.

Me acerco a ella inconscientemente y la miró atenta.

—Yo... Siento que la he visto antes.

La mujer sonríe ante mis palabras y asiente. —Me alegra que aún me recuerdes.

Ella levanta su mano y la acerca a mí. De inmediato me separó.

—Tranquila, me podrías permitir. Quiero enseñarte algo.

La miró por un momento dudando de lo que podría hacer... Pero asiento.

Ella se acerca y coloca su mano sobre mi cabeza.

—Cierra los ojos por favor.

Aurora un poco asustada cierra sus ojos a igual que la mujer frente a ella.

Todo lo que había en mi entorno boscoso, desapareció, convirtiéndose en una especie de cueva gigante pero en realidad era como un nido gigantesco dentro de un árbol.

Miro a la mujer confundida, ella me mira pero no dice nada. Solo mira al frente donde se reflejaba ella misma. A su lado se encontraba el Dios tomando su mano.

Ella estaba "embarazada". Frente a ella se escuchó el llanto de un bebé.

La mujer me indico que avanzará y la seguí.

Me llevo hasta donde estaba la embarazada en el mismo reflejo de ella. Señala con su mano al bebé—: Esa bebé, "eres tú".

La miró sorprendida. «¿Cómo habrá hecho eso?».

La mujer se aparta de mí y me mira fijamente con una sonrisa. —De allí me recuerdas.

—"¿Mamá?" —suelto de la nada.

No era algo que tenía planeado responder. Pero de igual forma termine haciéndolo.

Ella aún con su amplia sonrisa asiente con la cabeza.

—Tu padre me comento por lo que estás pasando. Felicidades por tus poderes en desarrollo, hija.

—Ah, gracias. Creo.

Ella se carcajea un poco, —Sé qué te parece extraño pero es la verdad.

Junta sus manos y luego las abre. Dentro de sus manos se encontraba un collar.

Ella coloca en mi cuello, donde con sus dedos roza los bordes y este se impregna dentro de mi piel.

—Este no es un collar común. Este collar es un escudo de mi parte, también podrá ayudarte cuando estés en peligro o tus poderes simplemente no puedan hacerlo por tu descontrol. Estos podrían ayudarte pero también podrían no hacerlo. Así que te regalo este collar que te ayudará.

—Que me podría suceder, el señor de cabello blanco quien se hace llamar Dios, dijo lo mismo.

—Ese señor es tu padre y no se hace llamar Dios. Ese es su nombre; escucha, cuando estés en peligro no dudes en esconderte aquí. No aseguro que te sucederá algo, es solo precaución. Cada vez que nace un nuevo poder hay personas que intentan aprovecharse de este poder en crecimiento. Solo, ten cuidado.

Ella sonríe y poco a poco comienza a desvanecerse. Intento tomarla del hombro para hacerle una pregunta pero está ya no se sentía como un humano. Era más como su reflejo que quedaba reflejado pero ya no estaba...

—Mamá—sonrió...