Capítulo 20 Bajo la superficie. Parte 2.

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Félix:

Miraba atento la lava debajo de mí. Está estaba burbujeante a punto de explotar y hacer todo un caos allí dentro.

Estaba seguro de que en cualquier momento Jackson iba a explotar lleno de ira por lo que sea que charlaron él y el Dios.

¡¡¡BOOM!!!

Y fue así cuando el fuerte sonido exploto al segundo (era la lava que había subido a provocación de Jackson).

Aurora asustada casi pego un brinco y como si nada se convirtió en conejo de nuevo.

La miro fijamente como se asomaba al suelo pero claro, eso era como estar en la altura de un edificio para ella aunque solo estaba en la gran silla echa de roca negra de Jackson.

Me acerco a ella y me la llevó de allí.

¿Con cariño?

No, conmigo eso no existe. La lleve en mi mano empuñada como si nada.

Sosteniéndola de la parte media del cuerpo entre sus diminutas costillas y su estómago.

Salí del lugar cruzando otra puerta a la que nos llevo a ambos a una especie de salón de baile.

Todo muy grande así extravagante. No había nadie a excepción de un hombre limpiando "solo" ese gran lugar.

Ese hombre noto mi presencia, su demonio rey primero. A lo que con una mirada asustada hace una reverencia ante él y sale del lugar.

Camine cruzando otra puerta que me llevo a una habitación normal como sería el de Aurora, solo que oscuro hasta que encendí las luces.

El lugar estaba vacío por completo. No había ni una cama, nada.

Dejo a Aurora en el suelo mientras que me inclino sin sentarme por completo en el suelo.

Miro fijo a Aurora. Ella se miraba sus diminutas patitas notando que ya no eran manos sino unas patitas peladitas y blancas como la nieve.

—¿Esto me sucederá siempre que me asusté?—logró pronunciar.

—Pensé que te ibas a quedar callada. Y sí, mientras tus poderes estén descontrolados y se mezclen con tus emociones, ellos lo harán.

—¿Harán quiénes?—preguntó confundida.

—Tus animales internos. ¿Qué creías, que solo era uno?—se carcajea un poco—. Dentro de ti, hay miles de animales en los que te puedes transformar dependiendo de tu emoción. Por el momento será así.

Me mira con esos ojos azules y grandes de conejos—Ayúdame, no me quiero quedar así.

—Solo debes tranquilizarte y volverás a la normalidad, tú sola—es todo lo que digo.

Aurora comienza a tomar aire para intentar tranquilizarse y logra comenzar a hacerlo, pero le tomo un poco de tiempo ya que su corazón estaba acelerado por el susto.

—¿Cómo es que esa lava no nos hizo daño?—pregunta.

—Cuando uno de los dos llega al límite de ira esa lava es una representación de nuestra emoción, así como tú con tus animales internos. Está explota sin hacer daño ya que se crea una cúpula que impide que la lava caiga donde estemos—explico.

Y de la nada Aurora volvió a su cuerpo normal. Era de nuevo una humana.

Ya no tenía patitas ahora tenía sus manos de vuelta. Me mira contenta.

Le devuelvo una leve sonrisa y extiendo mi mano hacia ella...

La observa un segundo antes de tomarla.

Extiende su mano hacia la mía y la ayudo a ponerse en pie.

—Lindo vestido—añade.

Se observa a sí misma notando su nuevo vestido rosa crema con unos zapatos de tacón con tirantes de lazos.

—Gracias—me dedica una sonrisa.

Bajo la mirada notando que aún sostenía su mano entre la mía.

Note que Aurora noto que aún la tenía de la mano. Sin embargo no la solté. Continúo allí entrelazada con la de ella.

De la nada, ella me soltó y avanzo saliendo del lugar, pasando por el gran salón para finalmente entrar de nuevo a ese lugar iluminado pero muy bajo, con un ambiente neutro, la lava seguía burbujeante pero ya era menor y por supuesto allí estaba Jackson.

Sentado en su trono con su mano en su frente. ¿Estaba frustrado? ¿O preocupado?

Sus vibras eran confusas. Parecía frustrado pero preocupado al mismo tiempo. ¿Tal vez era ambas cosas?

Aurora:

Lo miró esperando a que me diga algo de si acercarme o no.

Pero como Félix no dice nada avanzo con cuidado hacia él.

—¡HA!—solté un fuerte grito cargado de susto provocado.

¿Qué había pasado?

Cuando avance hacia Jackson para acercarse ese puente echo de la misma piedra rocosa, negra y filosa, se destruyó de la nada justo donde pongo mi pie.

Lo que provocó que perdiera el equilibro y cayera. Por suerte logro sostenerme de la parte restante de esa roca.

Jackson entro en alerta al escuchar los gritos desesperantes.

A igual que Félix. Se acercaron ambos deprisa para ayudarme a subir.

El solo pensar que hubiese sucedido si no pudiera sostenerme y hubiese caído a esa lava burbujeante debajo de mí. No lo quería ni pensar.

Entre Jackson y Félix lograron subirme. De inmediato notaron mis manos sangrantes que habían sido cortadas por la roca filosa y negra.

Mi pierna izquierda también estaba un poco aruñada y supurando pequeñas gotas de sangre.

Jackson me tomo en sus brazos y me llevó al trono.

Por cómo me miraba Félix supuse que me veía mal y estaba pálida.

Félix tomo mis manos, la cual cubrió con sus manos. Cuando las aparto, ya estaban como si nada.

Jackson hizo lo mismo casi cerca de su tobillo.

—Listo, todo está bien—comenta Jackson, todo el enojo que se le notaba al comienzo ya había desaparecido de su rostro.

Estaba en un estado de shock. No se movía para nada. Mis ojos expresaban sorpresa y un gran susto.

—Todo está bien, Aurora. Si hubieses caído no te iba a suceder nada porque a nadie puede sucederle nada, si cae se crearía una malla protectora para impedirlo—confiesa Félix.

Pero eso no quitaba el hecho de que casi caía y posiblemente hubiese muerto allí abajo.

Y de la nada, todo a mí alrededor, simplemente se oscureció.

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