Capítulo trece

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¿WHY CAN'T YOU DO IT? 1958

Recorrí con la mirada el interior de las alcantarillas, intentando ver a través de la oscuridad y entre dando un paso, pero regresé a la orilla al sentir el agua fría y apestosa empapando mis tenis.

«¿Dónde estás, Georgie? ¿Dónde estás?—me pregunté mentalmente, intentando localizar la presencia del infante, pero ahí no estaba. Al menos no él.

—¿V-V-Ves algo, Li-Li-Lily?—preguntó la voz impaciente de Bill, abrazando sus rodillas y observándome desde una de las rocas frente al lago en la que estaba sentado.

—No, Bill—dije, girándome a verlo y lo mire fruncir el ceño.

—E-Esto es u-una m-m-mierda—gruñó, levantándose y acercándose a mi—ssssi p-puedes v-v-ver a E-Es-Eso, ¿p-por q-qué no p-pu-puedes e-encontrar a Ge-Geo-Georgie?

—Lo siento, Bill—susurre, observándolo pararse frente a mí, cuando lo mire noté que estaba enojado. Apretó los puños ligeramente—es que no es tan fácil.

—¿P-Po-Por q-qué n-no? ¿Q-Qué d-diferencia ha-hay?—dijo, frustrado—¿p-por q-qué pu-puedes v-ver a-a E-Eso, el m-m-monstruo q-que s-se lle-llevó a m-mi her-hermano, p-pero n-no a-a G-Ge-Georgie?

—Lo intentó—murmure y desvíe la mirada, estaba tan furioso que no era capaz de mirarlo a los ojos.

—¡N-No l-lo ha-haces! Lle-Llevamos c-c-casi d-dos se-semanas ha-haciendo e-e-esto, he-hemos rrrrecorrido t-toda la m-maldita ci-ci-ciudad y n-no ha-has po-podido e-encontrar u-una s-s-sola p-pista, ¿p-por q-qué d-demonios n-no pu-puedes, Li-Lily? ¿Cre-Cree-Crees q-que esto es ffffácil p-para m-mí? ¡Quiero encontrar a mi hermano, joder!

—Lo sé, Bill, hago lo que puedo.

—¡No haces lo suficiente!—dijo alzando bastante su tono de voz y sentí como me empujó inconscientemente con el hombro cuando se adentró a la alcantarilla. En ese instante ninguno de los dos notó que no tartamudeo.

Lo observé caminar unos pasos sin importarle que el agua sucia manchara sus calcetas o empapará sus tenis, soportaba el olor. Sacó una linterna y la encendió apuntando el túnel profundo y oscuro que daba paso al interior de la cloaca.

—E-Entremos.

—Bill, no estoy segura que...

—¡E-Entremos, Li-Lily!—grito, pero yo no me moví.

Él giro a verme y al notar que no me movería regreso por mi, maldiciendo en voz baja me tomo la mano y me adentró en la alcantarilla, el agua me salpicó las rodillas.

—Basta, Bill—susurre, pero fue lo suficiente para ocasionar un eco que resonara por el túnel. Me solté y lo vi girar nuevamente a mi.

—¿Q-Qué haces? V-Ven a-aquí—dijo, intentando volver a tomarme la mano, pero retrocedí.

—No quiero entrar ahí—confesé, observando con un poco de pánico el interior del túnel, se veía tenebroso, pero no era la oscuridad o la suciedad lo que me asustaba, era que, en el fondo de ese túnel profundo y perturbador se hallaba Eso.

Lo veía. Veía como la oscuridad y el aire que entraba por el túnel desprendía miedo, hambre y odio. Las mismas emociones que desprendía Eso la primera vez que lo vi. Pero no solo era eso, no me asustaba tanto su sentir, me asustaba porque era su hogar, su hábitat, él conocía ese espacio como nosotros no y al poner un pie dentro nos cortaría a la mitad.
(Eso viene por nosotros, nos matará, nos despedazará y nos comerá)

—N-N-No e-es o-o-opcional, Li-Lily—dijo bastante irritado.

—¡No!—grité, tan fuerte que pensé que Eso nos oiría—no Bill. Estoy cansada, ¿de acuerdo? Esto también me cansa, me estresa no poder ayudarte, ¡y no es justo que me reclames por no encontrar a Georgie!

Papalote《𝓡. 𝓣》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora