Capítulo catorce

13 3 0
                                    

T.W. ¡ADVERTENCIA DE CONTENIDO!
Este capítulo contiene escenas de contenido explícito que pueden resultar incómodas para algunas personas. Si estos temas te resultan difíciles, te recomiendo proceder con precaución o saltarte este capítulo. Por favor, evita hacer comentarios negativos.

Recuerda que esta historia es una combinación de la película estrenada en 2017 y la novela original, por lo que puede incluir lenguaje violento y contenido sexual.

PATRICK HOCKSTETTER 1958

Observé el papalote de color blanco deshecho entre mis manos, acababa de hacerlo y ahora estaba roto. Con un suspiro de tristeza me senté en una de las bancas del parque dejándolo sobre mi regazo, intentando buscar una forma de arreglarlo, pero todo parecía perdido.

—¿Puedo sentarme?—dijo una voz masculina. Cuando levanté la cabeza noté que era Patrick Hockstetter. Tenía el cabello alborotado y una sonrisa siniestra asomando por sus labios, pero algo me hizo decir que si con la cabeza.

Sentí como se plasmó a mi lado, traté de no voltear, de centrarme en el papalote despedazado sobre mi regazo, de mantener mi mente ocupada, pero algo me hizo voltear a verlo. Observé su perfil y fue la primera vez que tuve tanto miedo de ver realmente a alguien. Patrick contenía ira y frustración en su interior, una inmensa soledad estaba presente en su vida combinada con el miedo y la vulnerabilidad de que nadie le entendiera, de que alguien descubriera lo que escondía en lo más profundo de su corazón. Emitía un deseo de poder tan grande que creí que su ambición era peligrosamente real, sin mencionar aquella falta de empatía por cualquier ser vivo, de aquel desprecio que sentía hacia cualquier persona o animal. Patrick era aterrador, era quizás la persona que me asustaba más en Derry, incluso más que Eso o que Henry.

Tuve que girarme antes de que volteara a verme; temía que, cuando sus ojos se encontraran con los míos, descubriría cuál era aquel secreto que ocultaba de los ojos del mundo. Temía que todo aquello que había oído de él fuera cierto. Temía comprobar que los monstruos no solo son aquellos que se esconden en la oscuridad, como Eso, si no que también existen los monstruos que caminan entre nosotros, con los que convivimos diariamente sin darnos cuenta, aquellos como Patrick.

Pero él estaba demasiado ocupado observando, con una sonrisa maliciosa, a los niños que jugaban en los columpios. Aquel juego inocente que chirriaba a cada balanceo, tal vez ansiaba verlos caer y romperse el cráneo. Con manos temblorosas tome los palitos que sostenían mi papalote, intentando buscar una forma de pegarlos nuevamente, me di cuenta que si dejaba de verlo, ya sea directamente o por el rabillo del ojo, podría deshacerme de ese miedo profundo que me provocaba. Y así fue, me centre en buscar una forma de arreglar mi papalote, intentando acomodar los palitos y pegando con cinta el papel blanco, al menos fue eso lo que me entretuvo por un buen rato y me despejo, hasta que deje de sentir esa aura de peligro, creí que Patrick se habría ido.

Me pase la mano por la frente limpiando el sudor que me habían generado los nervios, y antes de lograr soltar un suspiro de alivio sentí como el aire se atoraba en mi garganta cuando una mano tan ligera como una pluma, carnosa y caliente se posaba sobre mi pecho. Me quedé estática ante el toque sin poder moverme, sintiendo el miedo volver a mi cuerpo y entonces volví a notar aquel peligro inminente, Patrick no se había ido. Ahora estaba ahí, junto a mi, sonriéndome tétricamente con sus labios carnosos y su mano sobre mi pecho.

Un gemido ahogado apenas audible salió de mis labios cuando sus dedos comenzaron a moverse sobre mi blusa a rayas, solté el papalote y solo sentí como salía volando de mi regazo cuando una ráfaga de viento se hizo presente. Entonces Patrick comenzó a reírse. De pronto, un recuerdo borroso pero entendible llegó a mi mente; reconocí el cabello rojizo de Beverly y su mirada angustiada.

Papalote《𝓡. 𝓣》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora