Capitulo 14 :Nuevo Comienzo

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Se sentía como Naruto, un idiota.

Si bien el propósito de tratar como peste a una persona es para alejarla de ti y ya no te quiera, Sakura le daba la vuelta descomunal a ese significado siendo depravada e idiota. ¡Qué gracioso! Ahora ya le encontraba sentido el que se agradase tanto entre su hermano y ella. Era como una especie de cadena en la que un mártir seguía a otro, un circo de animales sin sentido común.

Había pasado un mes en los cuales Sasuke había estado completamente distante a cualquier persona, inclusive más que lo normal. Ahora ni siquiera se molestaba en responder las cojudeces de su compañero el cabeza hueca, y tampoco se inmutaba con las insinuaciones de su hermano, Itachi incluso creía que su hermano había olvidado todo referente a su conversación privada. Kakashi solo se limitaba a observarlo discretamente —al menos para los demás ya que Sasuke advertía de todo eso, pero seguía haciendo caso omiso a todo— mientras leía su libro Icha Icha Paradise volumen uno.

Después de unos días más, Sasuke desapareció misteriosamente y no volvió a aparecer hasta unos pocos días antes de que cumpliera ella los cinco meses.

Sakura simplemente trataba de no esforzar las cosas, después de todo había hecho algo en lo que cualquier mujer saldría muerta a manos de Sasuke si lo intentaba, y ella había salido completa e ilesa, sin ningún rasguño.

Para el equipo Taka era totalmente un verdadero comino lo que sucedía entre el equipo siete, para ellos Sasuke había dejado en claro que no quería nada con nadie y nada, y quería vivir como un resentido mendigo de la vida sin razones ni motivo para vivir. Claro, salvo el odio.

Las únicas veces que Sakura había visto a Sasuke un poco más comunicativo —solo un poco—, era cuando practicaban el Jutsu medico para traspasarle más Chakra a su hijo, definitivamente las últimas semanas que habían pasado simplemente se basaban en nauseas matutinas y leves mareos como siempre. Algo normal y nada alarmante, gracias al cielo y al azabache.

Su vida había continuado, era un nuevo comienzo antes de regresar a la aldea de la hoja con su niño ya nacido. Si demostraba al consejo que ese bebé no la había matado como ellos creían, entonces podrían volver a Konoha y restaurar su vida ahí, el futuro y los sueños siempre concluía así de perfectos y grandiosos. ¿Serían así en la vida real? ¿Podría volver a la aldea luego de haber huido de ella como una cobarde? Se angustió rápidamente al saber que esa desaparición sería tomada como alta traición a la aldea.

Al pasar los días, las ocurrencias de Naruto y los chistes de Suigetsu le hicieron olvidar todo el problema, pasar tiempo con Jūgo era casi tan pacifico como mirar las estrellas en la noche más despejada. Karin se había vuelto una persona mucho más... soportable. Su carácter le recordaba a Ino, solo que un poco más jodida con su carácter. Al menos Ino era menos chillona o eso creía. Tal vez le parecía de ese modo al extrañar a su rubia amiga.

Su comida se basó en gelatina y yogurt al igual que Suigetsu, y una que otras pocas comidas —que tenían el aspecto de comida, no como el engrudo de Suigetsu— las cuales preparaba la pelirroja quien salió con un excelente gusto culinario, al menos para haber sido criada entre calabozos y cuevas.

Y se encontraba comiendo junto a todos, claro, la excepción era el Uchiha menor y nadie, absolutamente nadie sabía en dónde estaba.

Sakura ya había peguntado por él y recibió vanas respuestas de: «Ya volverá», «Por ahí estará», «¡¿A quién le importa el Teme, Sakura-chan?» y, como no «Sasuke no es un niño, Sakura. Sabe cuidarse solo.» Por supuesto que lo sabía, ella mejor que nadie, pero eso no aliviaba la preocupación, después de todo la sangre siempre llama.

La conversación de un momento a otro cambió rápidamente para una que la chica de cabello rosado no esperaba.

—Nē Sakura, ¿has sentido si se mueve? —Preguntó de forma repentina la pelirroja— Dicen que empieza a los cinco meses y a los seis ya se hace más notorio.

Lives at stake: Uchiha HarunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora