Capítulo 23 : Desesperación, Dura separación

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El estruendo llegó hasta los oídos de Itachi quien sobresaltado se miraron con su hermano inmóviles. Sasuke no daba indicios de estar sospechando nada malo, o puede que sí lo estuviese haciendo pero prefería creer en algo insostenible.

—¿Lo escuchaste? —Itachi se sintió estúpido al preguntarlo. Si había llegado a sus oídos era obvio que a los de su hermano también. Shisui estaba llorando a todo pulmón por el ensordecedor ruido y aquel llanto era lo único que ahora llenaba el ambiente.

—Itachi —el chico lo observó durante unos segundos antes que el azabache siguiera—. Los revisaste antes de encerrarlos ¿Verdad?

—No llevaban nada, Sasuke. Era simple vista...

—Itachi, los revisaste o no —gruñó.

Itachi no respondió. Sasuke se levantó con rapidez, agarró su katana y dejando a su hijo en brazos de su hermano salió de la habitación corriendo. Bajó las escaleras de dos saltos, corriendo por la sala no vio ni a Naruto ni a Kakashi.

Buena señal, sonrió de medio lado, significa que han ido tras él.

Siguió su recorrido con tal rapidez que se sorprendió el verse ya en la cascada que caía con fuerza. Frunció el ceño, estaba empapado de agua, pero justo donde toca tierra, tanto su antiguo sensei como Naruto se encontraban parados.

Bajó con avidez y llegó hasta ellos.

—¿Qué tan grave es? —preguntó inmediato.

—Mucho —respondió Kakashi ante la mirada pérdida del rubio, parecía estar culpándose internamente de algo; aunque tenía sus sospechas que de ser ciertas, no tendría la culpa de nada.

—Hijos de perra —insultó por lo bajo. Hablaba de forma generalizada, pero Naruto entendió el mansaje con rapidez—, habían estado planeándolo desde el principio.

—¿Qué? —Naruto se volvió hacia ellos— ¿Qué tratas de decir?

—¿Es obvio, no crees? —Sasuke lo miró con frialdad— Estaban esperando el momento indicado. De ser otra forma habrían escapado antes.

—¿Qué tratas de decir? —Naruto alzó la voz.

—Que separado el objetivo principal, todo es más sencillo. Estaban esperando que naciera para escapar. Le informarán al consejo —indicó. Kakashi lo siguió en silencio mientras Naruto aún tenía aquel rostro de estar procesando lo que pasaba.

Sasuke rodó los ojos. No podía culpar a Naruto, ni siquiera decirle que era un tarado por estar en una reacción tan infantil. De no ser porque tenía que idear un plan para aquel problema, estaría en la misma situación que el Uzumaki.

—¿Qué haremos? Si el consejo nos descubre nos matarán.

—No lo harán. En cuando Sakura esté un poco recuperada partiremos. De aquí son tres días de camino cuando mucho para ellos. Tendremos tiempo.

—¿Seguro? —preguntó el rubio.

—Sí —el azabache siguió su camino a casa— espero...

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Sakura despertó cuando Karin la movió de un lado al otro. Estaba tan agotada que le pesaban los ojos, se le hacía casi imposible abrirlos. Su cuerpo demandaba más descanso, una digno de no hacer nada por todo un día.

—He, Sakura.

—Por favor —gimió— solo un poco más. Tengo sueño.

—Sasuke quiere presentarte a alguien —parecía que se regocijaba con decir esa frase. Sus ojos se abrieron instantáneamente, cansados pero curiosos. Sasuke estaba en la entrada, sosteniendo un bulto de mantas blancas mientras avanzaba a paso firme, como si ya tuviese experiencia desde antes.

Lives at stake: Uchiha HarunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora