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—No crees que deberías darle un voto de confianza a James, después de todo, él ha mostrado que solo tiene interés en ti.

—Me cuesta un poco, además agradezco tu ayuda, te metí en un gran problema.

—Bueno se lo merecía, al final de cuentas estaba completamente desesperado, cuando te llame, debías saberlo, nunca lo haba visto de esa manera, créeme, cuando te digo que nunca, es nunca.

—No lo sé, creo que debo irme, agradezco el café.

—Pero ni siquiera te lo has tomado—dijo Antonia al ver el café intacto desde que llegó—Incluso no has probado el pastel de nuez, no te gusta.

Perla solo sonrió, no quería decirle sobre su embarazado era mejor conservarlo en secreto por unos días mas, no es que no tuviera confianza, pero en este momento solo estaba algo insegura, aun reciba llamadas a la casa de que James se quedaba de ver con esa mujer, incluso las noticias no paraban.

James le dio su palabra que haría lo que fuera, pero es imposible todo se ha salido de control.

Pero como confiar, si cuando llega tarde, su mente trabaja, teme que sus sentimientos sean lastimados, lo peor de todo se había dado cuenta que en verdad esta enamorada.

Lo ama y eso le aterra, porque esta relación es complicada, aún queda el tema pendiente de Simone, firmo por ella, el plan del divorcio sigue en pie, pero hasta cuándo podrá soportar indirectas de esa mujer.

Ojalá tuviera el valor.

—Te daré un consejo Perla, sé que aun estas nerviosa, crees que al saber que no eres tu hermana, te daría la espalda y te dejaría de hablar, muy equivocada, los motivos que tuvo James fueron estúpidos, y fuera de control, pero una cosa es verdadera, ese hombre te le has metido, eres una mujer ingenua pero debes sacarte de ese cascaron, hay depredadores y una de ellas es Anthenia, no se quedara tranquila, si eres viva James comerá de tu mano, incluso ya lo hace, debes trabajar en tu confianza, en ti.

—Es complicado.

—Lo es más cuando se trata de amor, mi relación con Jordán no es perfecta, pero al menos aprendió a darme mi espacio, un dia superaremos ese eslabón, pero somos mujeres y nunca olvidamos, si demuestra que lucha, pero quiero más y necesito saber que, me explico, mi embarazo me a hecho ver las cosas diferentes, y soportar no está.

—¿Crees que soy débil? —pregunto con un hilo de voz que Antonia le pereció tierna.

—Si un poco, pero con el sacas carácter, eso úsalo con los demás, eres joven, muy joven, nosotros ya estamos más grandes, tampoco zoos viejos, tengo casi treinta cinco años, James tiene treinta y ocho, el si esta viejo al igual que mi marido, y mírame mi último suspiro al reloj biológico, el punto es que las tienes de ganar, solo no des armas.

—Debo irme además necesitas descansar, y con mi visita no he logrado que lo hagas.

—Deja de preocuparte mujer, solo estoy embarazada.

Perla agradeció al chofer llegar a casa, había pasado un dia tranquilo con Antonia, le hubiera gustado que Jessica estuviera, había tenido malas noticias, por su embarazo debía estar en cama, después de sufrir un leve desprendimiento.

Lo único que pudieron hacer una video llamada.

Su sorpresa fue que antes de entrar se encontró con aquella mujer, su rosto mostraba una sonrisa, no le pareció verla, mucho menos que estuviera aquí, mostrándose con ese aire de arrogancia mientras la recorre como si no valiera nada.

Podía notar como torcía sus labios, e inclinaba su rostro, se quitó los lentes dejado ver sus ojos claros, miro hacia la puerta no iba escuchar nada.

—Tenemos que hablar niña—dijo alcanzándola.

—No tenemos que hablar y le pido que se vaya de mi casa ahora mismo.

—¿Tu casa? Vamos sabes que no lo es, que nunca lo ha sido, crees que no iba a descubrir esta farsa—perla frunció el ceño—Vamos pensé que eras lista, pero ya veo que no, dime como debo llamarte.

—¿De qué habla?

—De que hablo, deberías quitarte esa careta, una llamada y la policía estará aquí, robar la identidad de una persona es delito, dime James lo sabe o lo tienes engañando, ahora que te veo de cercas, eres diferente a tu estúpida hermana—dijo empujándola del pecho.

Anthenia sonrió al verla nerviosa, no se iba a quedar tranquila, quería saber que oscuros secretos ocupaba Simone, no iba a perder a James, o al menos él no se quedaría con ella.

Pagar es fácil, más si la verdad se asomaba.

—Que curioso, el señor Bazar tuvo dos gemelas, que han superado la realidad. Que fue la razón de esconderte.

—¿Qué es lo que quiere? —cuestiono perla.

—Vaya, no fue tan difícil, lo que quiero es que desaparezcas de la vida de James, eso quiero.

—No puedo creerlo, ¿Crees que soy una amenaza?

—Eres poca cosa, pero conozco a James solo esta encaprichado, solo eso niña, no crees que el esta sintiendo cosas por ti, lo conozco. Siempre ha sido así, no te sientas tan especial, pero me has facilitado el trabajo, hacerse pasar por otra persona, no te ira bien, incluso James no podrá hacer nada.

—¿Acaso tiene pruebas? —Anthenia sonrió, sacando un sobre de su bolsa, lo cual arrogo unas fotos en la cara de perla.

—Míralo por ti misma, esas fotos saldrán en dos días, tienes exactamente ese tiempo, para largarte de aquí, lo que inventes no es mi problema, James es mucho para ti, una tipa como tu aspirando a tener un hombre como el, sueña mucho—espeto la mujer.

Perla no podía creer lo que miraba era su hermana, viviendo en una pequeña casa, los ojos se le llenaron de lágrimas, verla sintió una sensación extraña en su estómago, habían pasado tanto tiempo, desde que su padre la llevo a ese convento.

Se notaba feliz, paso otra foto, y se sorprendió mas al verla cargar un pequeño que no pasaba de dos años y con ella estaba Luis, el chofer que fue de su padre.

—Esto sería un golpe duro para James, perdiera todo, sus socios, todo impostora, saber que su linda esposa no es más que una impostora haciéndose pasar por su hermana, mientras que la verdadera Simone, vive en una costa de mala muerte. Dos días, no más, no creo que te guste que perturben la paz de tu hermana cuando vayan con ella. —burlo la mujer.

Perla sentía que le faltaba el aire, su hermana era feliz, no podía arruinarle su vida si se alejó del infierno que vivió con su padre.

Anthenia se acercó para burlarse en su cara, la miro con indiferencia y luego golpe su cara con su cabello, perla la siguió con la mirada hasta que ella se subió en el auto.

No podía creer que esa mujer descubriera la verdad, quería hablarle Antonia, pero había ayudado suficiente, necesitaba hacer algo, tampoco quería perjudicar a James, después de todo su relación solo es algo pasajero, algo que tal vez el no sienta lo mismo, no le ha dicho nada más, solo que son compatibles íntimamente, pero eso no es suficiente, dos días, en dos días debía hacer algo

Se tocó el vientre y esperaba que su bebe la perdonara, por hacer que su padre la odiara.

Renacer el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora