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James había llegado después de reunirse con aquellos colegas, se quitó el saco, y entro a darse una ducha rápida, se le hizo raro que Perla no hubiera llegado, tal vez se había quedado más tiempo con Jessica.

Ya que Antonia había llamado a Jordán indicándole que estaba por llegar a casa, salió de ahí secando su cuerpo, y continuo en hacer un poco de trabajo, redacto unos informes y tomo un poco de café, pero algo no cuadraba, cuando noto que pasaban mas de las siete de la noche.

Eso incendio sus alertas y dispuso a llamar a Jessica, lo cual tardo mucho en contestar, cuando por fin pudo, ella se desconcertó un poco, porque desde las cuatro se habían despedido.

Eso no lo puso nada tranquilo, mucho menos saber que había dejado que ella fuera sola sin chofer, quería darle un poco de independencia, necesitaba desembolsarse un poco.

No solo eso confiaba que no se vería con ese imbécil, después de todo, no iba a quedarse con ella, y desilusionarla con la verdad, en cambio él no era un santo pero siempre fue directo con ella.

Ella no había tenido oportunidad de conocer y eso lo empeoro todo, porque si estaba perdida, igual lo hubiera llamado, no dudaría en ir por ella, marco a su número, al principio sonaba, pero después de tantos intentos lo había mandado al buzón.

Intento rastrearla pero el teléfono estaba apagado y no tuvo más que soltar una maldición.

— ¿Qué esta pasado? ¿Porque no contestas perla?

Se vistió con rapidez, necesitaba saber dónde pudo irse, no tenía amigos, y dudaba que estuviera con sus padres, menos ahora que habían perdido la empresa, y perla seria tonta de todos esos años que la han maltratado, y con qué motivo iría.

Llamo a Jordán preguntándole, si su esposa sabía algo, pero no podría decirlo había salido pero que no tardaba en llegar, solo esperaría que le regresara la llamada.

Para ese entonces habían sido las diez de la noche, y sin saber de perla. La angustia lo estaba carcomiendo, Antonia regreso la llamada se le había pasado y eso no pudo molestarle a James no cuando solo tiene preocupación.

—Realmente no tengo la menor idea, se miraba tranquila, debemos reportarlo a la policía James—eso debería hacer peso el hombre.

Pero todo resultaba complicado una desaprecian no podía procesa hasta ciertas horas, y en toó caso parecía poner a James como sospechoso en casos así, salvo sus amigos que les contaba a que el no podría hacerle nada a su esposa.

Las horas estuvo con Jordán con unos accionistas, y Antonia fue la primera en irse, constándole que Jessica estaba con ella cuando Perla se fue primero sin decir más.

Fueron las horas más largas y horribles para James, estaban distantes y ahora ella desaprecia, y si se había marcado como habían prometido, no podía ser, no de esa manera.

No tuvo más que regresar acompañado de sus amigos quienes se quedaron con él en esa casa grande.

Eso no aliviano nada al día siguiente, otro día sin saber de perla, sus amigos empezaron a notar la preocupación.

—Le pediré a un amigo que me haga un favor, no puede desaparecer una persona, si fuera un secuestro ya llamarían, pero nada, debes tener paciencia James.

— ¡Como me dices algo así! Es que no lo vez, no sé dónde está perla.

— ¿Perla? —Pregunto Antonia trayendo café— ¿Quién es perla? Les digo a los dos, que está pasando realmente.

Antonia no podía creerlo, era la gemela de Simone, ahora entendía que la joven se miraba diferente a las revistas que salían sobre la relación de James, y no solo eso, el estúpido trato, estaba desilusionada que en ese enredo se llevó a Jordán.

—Debes buscarla, ahora entiendo muchas cosas, su inocencia, ella no es para ti, y aun así te atreviste a tocarla, eres de lo peor James.

—Sera mejor que no hagas eso, estas embarazada.

—Lo estoy pero eso no quita que te diga unas cuantas verdades, me quiero ir, bicharemos a Simo... Perla, por nuestra cuenta, Jordán.

Su amigo solo negó con una abrazo de apoyo, dejado a James de nuevo, ahí, tampoco estaba con Gustavo eso fue lo primero que se encargaron, pero el tipo solo salía de esa casa donde vivía, y todo parece que no había encontrado ningún trabajo.

Eso no quita que sea sospechoso de saber dónde está perla.

Para cuando James logro apenas levantase de aquel sillón del cual no se había despegado, esos tres días habían sido del demonio, sin noticias hasta que la vio ahí entrar a la casa poniéndose de pie como un mismo resorte.

—Perla ¡donde estuviste todo este tiempo!

Ella solo entro y dejo su bolsa caer en la mesa, no iba a responder, después de todo debía pensar en la cosas.

— ¿No vas a responderme? Estuve preocupado por ti, es que no merezco una explicación.

—Tú mereces una explicación, no es momento, regrese, porque necesitaba pensar en todo.

—No comprendo Perla, porque me miras así, es que no te importa lo que pase. —Dijo donde fue hasta ella tomando sus manos—Estuve desesperado por ti, fui a la policía y regresas y no dices nada coco debería tomar la cosas.

— ¿en verdad te importo?

—Por supuesto, porque creí que estamos iniciando algo—ella solo hizo una mueca.

—Entonces respóndeme esto—soltó su mano y fue hasta su bolsa sonde saco una revista, y se la lanzo en el pecho.

James frunció el ceño y aun así miro la nota, negó lanzando la revista, ella debía confirmar peor sus ojos demostraban que no.

—No es verdad—se defendió el—como puedes creer en esa nota.

—Claro, y ella miente, el empresario Clark James, se niega a la paternidad de la futura madre Anthenia Serrato heredera de la hotelera Serratos, que pensara la señora Clark, vas ... ¡Vas a tener un hijo!

— ¡Claro que no! Como puedes creer en algo así, jamás tendría un hijo, menos con ella.

—Ella se ve segura de eso.

—Maldita sea, fui claro contigo, no me he acostado con ella, no tengo nada que ver con ella, y no solo eso, deshice la sociedad con su padre, por ti.

—Tanto que dejas que ella conteste el teléfono, diciendo que estabas con ella.

—Perla.

—No James, déjame pensar en todo esto, en verdad quieres algo de mí—James no comprendía bien, lo único cierto es que estos días ella se volvió importante, tanto que se volvió loco.

—Todo, lo que me des, quiero de ti Perla.

—Ella no está embarazada.

—Claro que no, con Anthenia ya te lo dije al principio de su regreso me acosté con ella, no soy santo Perla, pero desde que estamos en esto como quieras ponerlo, no he estado con ella o cualquier otra. —Tomo su mano—Esa nota es falsa, si tienes dudas hablare con ella y quien público, quiero que veas que son mentiras.

Ella miro como entrelazaba sus manos, tenía miedo, dejo el cariño de Gustavo por él.

—Es por eso que estuviste esos tres días, no lo vuelvas hacer confía en mí, solo confina en mi mujer—la abrazo con tanta fuerza.

—soy una tonta inexperta tengo miedo James.

—Confía en mi—se apartó de ella— ¿Dónde estuviste?

—No te vas enojar.

— ¿Debería?

—Antonia me presto su departamento de soltera.

James iba a soltar una palabrota pero se lo trago, solo la volvió abrazar y que esto solo sea un bache nada más.

Porque para él, estaba completamente enamorado de ella, y aun no se daba cuenta.

Renacer el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora