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—Así que te dijo eso, y dime algo, ¿Le crees? Dudo que ella sea como su hermana, incluso como Anthenia, no creo que te haya engañado, algo debió pasar para decirle esa sarta de mentiras, y como el buen idiota que eres creíste en su palabra.

—No quiero hablar de eso.

—Porque no, la arrogaste a los brazos de ese imbécil, dime algo James, en verdad crees que ese bebe no es tuyo, las fechas hermano, debiste dejarla embarazara desde la isla, no sé qué tiene ya viste a Jessica, bien embarazada, Antonia mierda seré padre apenas puedo tomar responsabilidades, si soy un hombre adulto, pero un bebe me causa terror, no se si sea buen ejemplo y eso me temo, y bueno ahora está embarazada perla, y no te cabe en la cabeza que ese bebe es tuyo.

—No lo sé, me siento fui soso, y si lo es, porque me dijo esa sarta de mentiras, porque no confía en mí, porque no puede abrirse y decirme las cosas.

—Entonces enséñale como debe confiar, ella se ve ingenua o se pasa de más, creo que eso paso además es demasiado chica, preguntaste a tus empleados si vieron algo diferente de ella, además después de esos días, ustedes retomaron ósea amigo, somos los mejores y sé que tú y ella intimidan como los conejos, se te notaba, no andabas de amargado, el buen sexo se refleja en rostro.

James jugo con su pluma mirando el reloj de arena, y se es verdad, y solo se calentó por el memento, sabe que Perla le cuesta expresarse, pero que hay de él, también le cuesta, no podía creer que tuviera tan mala suerte para las mujeres.

La lanzo a ese imbécil, se puso de pie deba buscarla.

—Adónde vas.

—Como que adonde a buscarla, debo hablar con ella, sabes que tengo mis contactos.

—Bueno primero, ante todo, deberías investigar los días previos, Perla es tonta, pero está hecha para ti, me agrada y Antonia esta con la preocupación de no saber de ella, no responde las llamadas, ese tipo se la va llevar y tú vas a perder.

—No hay tiempo entonces, no voy a dejar que se quede con ella y ese bebe debe ser mío, tienes razón soy un imbécil, me deje cegar pro el shock que me causo, ella no ese tipo de mujer—dijo saliendo de su oficina.

Se apresuró tanto que no se fijó en chocar con Anthenia que esta feliz con verlo, algo que no se podía decir de él.

—Podemos hablar, James, debemos hablar, al menos invítame a cenar.

—Ahora no y te advertí que no te quiero ver.

—Porque, después de todo, la pasamos bien.

—Tú lo has dicho, pero ahora mis gustos han cambiado, no lo tomes a mal Anthenia me irrita estar contigo, no habrá más de nosotros ni volveré, así que no pierdas tu tiempo, si no quieres que deje a la quiebra a tu padre.

—James, no puedo creer que sea por esa mujer—se puso en medio evitando que entre en el elevador—Ella no es para ti, además jamás se adaptara, tu mereces una mujer que sepa complacerte no alguien como ella.

—Y tú qué sabes—espeto James.

—Porque sé que no es Simone—declaro ella con una sonría que James frunció el ceño—Sé que no es ella, es claro se le nota, Simone al menos sacaba las garras, esta parece un minino, James podemos rehacer nuestra relación, porque te empeñas en ella tipa.

—Desde cañudo los sabes—dijo el ahora con interés.

Ella amplio una sonrisa, se acero a el poniendo sus manos en su pecho.

—Desde hace un tiempo, lo único que nos impedía estar juntos era Simone, pero ella no lo es, entonces porque estas con ella, te perdono si te acostaste con ella, pero ambos seamos que nosotros dos funcionamos bien, somos de las familias más importante y.... ¡James! —chillo ella como la lanzó contra la pared.

—Dime algo Anthenia y por tu bien fuiste tú quien hablo con perla, has mencionada algo, te conozco y por tu bien dime la verdad. —ella no respondió, pero la conocía—Que le dijiste.

—Yo no he dicho nada, porque piensas eso de mi—se justificó aun con la mirada latente.

—No te creo.

—Eso no es mi culpa, no sé qué pasa, pero dime algo, si se llegan a enterar que no es Simone, después de todo, ella ira a la cárcel por usar la identidad de su hermana, está usurpando.

—¿Vas a decir algo? ¡Respóndeme!

—Me crees capaz.

—ahora lo creo, algo me dice que fuiste tú, no olvides que hay cámaras Anthenia, lo voy a descubrir y si fuiste tú quien hizo algo quien le metió ideas a Perla, olvídate de que tu apellido siga existiendo que todo lo que tu padre cosecho se vaya al caño, por tu capricho, al menos el entendió, pero tú—la miro soltándola—No quiero verte.

—¡James! —grito cuando el entro al elevador.

Anthenia no puede creer que la amenazo pro esa estúpida, pataleando molesta, una risa detrás de ella la hace girar.

—Vaya hasta que alguien te pone en tu lugar Anthenia.

—Lo dices tú, dime algo Antonia sigue odiándome—espeto ella con una sonrisa—No olvides que una noche nos encontramos.

—Fue el peor error de mi vida—espeto dándose la espalda.

—Eso no decías en esa habitación, lo disfrutaste. —Jornada se detuvo dándose de nuevo la vuelta.

—Solo eras una mujer necesita de atención, algo gratis, después de todo, no te función darle celos James, lograste que mi matrimonio se fuera a la mierda, nunca debí tomar de mas, aunque no recuerdo bien esa noche, ya no importa, al final de cuentas, lucho por mi matrimonio, y James no le interesas, ya te diste cuenta, si no es ella, será otra, pero tú siempre serás una espectadora Anthenia.

—¡Imbécil!

—Tal vez lo sea, por tomar la basura del piso, pero James sería tan imbécil de regresar, no lo es, ya lo viste, además has pedido, perla espera un hijo de él, perdiste Anthenia, nunca lograste ni eso.

—¡Imbécil! ¡Imbécil!

Perla no podía deja de sentirse mal, mientras estaba en esa cama abrazándose, era lo mejor nunca podría ser feliz con James, esa mujer haría cualquier cosa, tampoco deseaba arruinar la paz de su hermana, ella era feliz, como para que ahora la verdad saliera.

Gustavo la miro con un vaso de agua, la había llegado aun hotel, lo que vio lo tomo por sorpresa, aunque eso también le daba otra oportunidad, dejaría todo por Perla, ellos merecen ser feliz, se le pasaría, e iba hacer todo para que lo olvidara.

—Perla.

—Ahora no Gustavo, me duele el corazón, solo quiero estar tranquila, podrías hacerlo, agradezco que me ayudaras, pero en cuento tenga algo de dinero te pagare esto.

—Solo piensa que esto es una señal ese tipo no es para ti, mi propuesta de irnos lejos está en pie, si lo estas podemos irnos mañana, piénsalo, te dejare, pero no dejes de pensarlo.

—Gracias—dijo ella sin ganas de sonreír.

Gustavo dio un último vistazo antes de salir de esa habitación, perla saco el aire, y solo quería desaparecer, era mejor que James rehiciera su vida, y se olvidara de todo.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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