PERLA BAZAR
Estaba contenta, demasiado, estos días que habían pasado, no podía negar que, a pesar de sentirme sola, siempre era bueno tener una cara conocida y eso era ver para suficiente, después de todo, de lo que me hicieron, de lo que pase, y he estado viviendo, merezco un poco de luz.
Gustavo, vendrá de acuerdo al itinerario, creí que vendría el martes, pero me quede esperando en la sala durante dos horas mirando la puerta, sin noticias de él.
No hasta que la ama de llaves vino y me examino, y se quedó ahí mirándome hasta que decido decirme que Gustav el maestro de idiomas se le había cambado el horario como los días acordados.
Me mostré serena, pero por dentro temblona, no comprendía porque tal cambio, o es que mi manera de ser con él, llámalo la atención y el mismo James tuvo que ver con ello.
Me asentí en solo sonreír que estaba bien, de ser solo cinco días solo serían dos, y eso se limitaba en solo lunes y viernes.
No sé a qué jugaba James, pero tampoco me interesaba, no hasta que vi de nuevo a la mujer entrando a mi cuarto personal, donde es el único lugar que le pedí a al hombre que supuestamente es mi esposo, me dejara.
Después de todo, no tenía derecho a exigir nada si había sido la causante de que mi hermana se fuera dejándolo.
—Señora Clark, el señor está en su despacho, desea verla—fruncí el ceño, incrédula, él nunca estaba en esta casa.
¿A qué horas llego?
—¿Esta aquí? —ella asintió como si le ofendiera que no le creyera. —No han pasado ...De acuerdo dame un momento.
—No tarde por favor, al señor no le gusta esperar.
Deje el libro aun lado de la mesita, uno que se había convertido en mi favorito "El desafío del Amor" podía pasar mucho tiempo leyéndolo aun cuando había incontables veces que no paraba, tanto que no recuerdo las veces que lo he leído.
Me puse de pie y alise mi falda rosa con flores blancas, solo saque el aire y me dispuse a salir de ahí, después de todo, lo que viniera de la boca de James solo serían reclamos.
Nunca se tomó la molestia de conocerme y demostrar mi inocencia, pero solo acepto el falso matrimonio para no quedar en la vergüenza, luego buscaría la manera de vengarse haciéndome pagar, pero después de todo, opto por ignorarme, usarme para solo ser la esposa ficticia de trofeo, y darme una hoja de todo lo que debía decir, y no hacerle pasar vergüenzas.
Simone conocía su mundo, también, llevaban siendo novios en cuanto cumplió dieciséis, luego cuando fuera mayor ya sea edad o incuso cumpliera los veinte seria la esposa del James Clark.
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Renacer el Amor
RomancePerla solo podía controlar su respiración, ahora debía ella tener todo el peso sobre sus hombros, su hermana huyo como una vil ladrona, a escasas horas de su boda, no había elección, mucho menos para cancelarlo ella debía tomar su lugar. Eso solo ha...