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Su corazón continuaba palpitando fuertemente contra su pecho, pero culpaba al esfuerzo que hacía con la bicicleta, pues su respiración también se encontraba un poco agitada, no quería concentrarse en sus sentimientos, no quería concentrarse en Luz...

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Su corazón continuaba palpitando fuertemente contra su pecho, pero culpaba al esfuerzo que hacía con la bicicleta, pues su respiración también se encontraba un poco agitada, no quería concentrarse en sus sentimientos, no quería concentrarse en Luzu, no quería mirarlo, cada vez que lo miraba de reojo se le hacía un nudo en la garganta. Al llegar a sus residencias, bajaron de sus bicis y se quedaron callados mientras miraban hacia diferentes direcciones.

Muchas gracias, Lusu –se humedeció los labios con la punta de su lengua y una tonta sonrisa apareció en su rostro– Ese lugar es... Increíble.

–Suelo ir ahí cuando quiero alejarme de todo, cuando... No quiero molestar a Willy con mis problemas –dijo con una pequeña sonrisa.

Quackity miró unos segundos al de mirada carmín, apretó los puños mientras se mordía ligeramente el labio inferior y segundos después, soltó su bici, haciendo que está cayera ruidosamente contra el suelo, rodeó el cuerpo del castaño con sus brazos y soltó un suspiro silencioso cuando inhaló el delicioso aroma de su ropa, su colonia era dulce pero varonil. Luzu se sorprendió ante el abrazo del mexicano, tardó unos segundos pero correspondió al abrazo, un tanto inseguro.

Te extrañé –declaró sintiendo los latidos de su corazón en los oídos, al igual que sus mejillas ardían con intensidad– Lo siento tanto, Lusu.

El sensible corazón de Luzu se detuvo unos segundos, un nudo se le hizo en la garganta y su cabeza procesaba mil pensamientos por segundo, estaba confundido, su consciencia le suplicaba a gritos y entre lágrimas que no confiara en él mexicano, que se estaba burlando de él, que buscaba ganarse su confianza para luego herirlo, quería jugar con sus sentimientos.

»No confíes en él.«

Luzu palmeó suavemente la espalda del mexicano sin decir ni una sola palabra, poco después, el azabache decidió alejarse del cuerpo del más alto, los rubíes se conectaron con los marrones y una corriente eléctrica invadió el cuerpo de ambos hasta que por casualidad, Luzu desvió la vista hacia la calle y logró reconocer el auto lujoso de los padres de Rubius, sus ojos se abrieron sorprendidos, bajó la mirada hacia el mexicano y no dudó en correr hacia su casa, se recargó sobre la puerta y soltó un pesado suspiro.

Todo se estaba complicando, se estaba volviendo muy difícil para él.

Rubius y Quackity lo iban a volver loco.

Mientras tanto, Quackity se quedó confundido por el comportamiento del castaño, estaba a punto de dirigirse hacia la casa de Luzu pero entonces, un lujoso auto que reconocía bastante bien, se estacionó frente a él, fue cuando su plan le cayó encima como un balde de agua fría.

¿Quackity? –dijo el de cabello platinado mientras salía del auto– ¿Qué haces aquí? Creí que estarías encerrado en tu habitación.

𝑽𝒆𝒄𝒊𝒏𝒐𝒔   ☆𝑳𝒖𝒄𝒌𝒊𝒕𝒚ﮠ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora