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Han pasado dos meses desde que Rubius se le declaró a Luzu con un hermoso espectáculo de fuegos artificiales, desde ese día, su relación subió de nivel y el noruego no tardó en hacer pública su relación, estaba feliz de que el de mirada carmín aceptara ser su novio y sus padres, estaban contentos con la noticia, Luzu era un buen muchacho, incluso, era más educado que el joven de cabello platinado, además, el comportamiento rebelde de Rubius, había mejorado, hacia su tarea, sus bromas hacia los empleados se habían detenido y su mal humor ya no estaba, comenzaban a acostumbrarse a ver al joven de ojos verdes de buen humor y con una personalidad tan brillante, como cuando era un inocente niño.
Por el lado de Luzu, él sentía que su vida no estaba mejorando, Quackity desapareció unos días y luego apareció como si nada, con esa enorme sonrisa en la cara y esa personalidad tan escandalosa que acostumbra, sus conversaciones fluían como si fueran amigos de toda la vida pero nunca tocaron el tema respecto a sus sentimientos, aunque Luzu, evitaba el contacto físico con el mexicano, mientras que el de ojos marrones, aún trataba de pasar el mayor tiempo posible con el castaño.
-¿Puedo ir a tu ensayo? Ándale -insistió una vez más- Sus canciones son grandiosas, me siento como si estuviera en un concierto privado.
-Ahhh irá Rubius, ¿No hay problema? -dijo mientras se terminaba sus frituras.
-¿Él? -frunció el ceño- ¿Desde cuándo va a tus ensayos? Ni siquiera tiene buen gusto musical -hizo una mueca de disgusto.
-Desde que comenzamos a salir -respondió sin darle mucha importancia al tema- Pero si tienes algún problema, podemos hacer alguna otra cosa más tarde o mañana.
-Yo voy, no hay problema -se apresuró a decir- De todas maneras Rubius es mi amigo... ¿No? -dijo con una sonrisa forzada.
El castaño se quedó callado y asintió- Vámonos ya -se levantó de su asiento y se colgó su mochila en la espalda, Quackity sonrió emocionado y caminó detrás del castaño.
Ambos adolescentes salieron de la casa del castaño, pocos segundos después, el ruido de las cámaras se escucharon, el de mirada carmín arrugó su entrecejo y negó haciendo ligeros movimientos de cabeza. Quackity buscó al fotógrafo con la mirada y al encontrarlo, sonrió un tanto burlón, al mismo tiempo que, levantaba su dedo de en medio.
-Han pasado dos meses y los paparazzis siguen molestando -soltó un gruñido.
-Ser novio de una persona famosa no es fácil, Lusu -dijo con una pequeña sonrisa- En especial para ti, que no te gusta llamar la atención.
El de mirada carmín miró de reojo al mexicano, segundos después, regresó su mirada enfrente.
-Siento que ya no tengo privacidad, es decir... La familia Doblas es una familia importante en España, Quacks -se humedeció los labios con la punta de su lengua- Ya no me siento cómodo de hacer cualquier cosa porque siento que lo publicarán en internet y marcharé el apellido de mi novio.
