La Conspiración de las Rosas [Gwayne Hightower X OC] [House Of The Dragon]

Capítulo 18

Anne se embarcó en su viaje de regreso a Highgarden al amanecer, cuando el sol apenas comenzaba a iluminar el horizonte. La caravana de carruajes se puso en marcha, dejando atrás la imponente Fortaleza Roja y el bullicio de Desembarco del Rey. El trayecto era largo, y el terreno se volvía cada vez más áspero y accidentado conforme avanzaban hacia el sur.

En el primer tramo del viaje, se acomodó en el interior del carruaje, que era lujoso pero solitario. Mientras las ruedas crujían sobre los caminos de tierra, Anne miraba por la ventana, sus pensamientos envueltos en tristeza y arrepentimiento. A cada kilómetro que avanzaba, sentía el peso de su tristeza aumentar, como si la distancia no solo la separara de su hogar y su vida anterior, sino también de sus esperanzas y sueños.

Recorría mentalmente los últimos días, cada conversación y cada mirada que había intercambiado con Gwayne. El recuerdo de sus palabras en el jardín, su cercanía y el leve toque de sus labios le parecía un sueño lejano. Anne se sentía como una mariposa atrapada en una red, su libertad desmoronándose mientras el carruaje avanzaba por caminos cada vez más solitarios.

Durante las paradas en las posadas a lo largo del trayecto, Anne trataba de mantener la compostura frente a los sirvientes y los pocos viajeros que encontraba. Pero en sus momentos de soledad, se dejaba llevar por la tristeza. El silencio de los campos de Poniente solo acentuaba su sensación de pérdida. Los campos verdes y las colinas ondulantes que pasaban ante sus ojos parecían una burla a su dolor.

Cada noche, mientras el carruaje se detenía y ella trataba de dormir, se preguntaba si alguna vez podría reconciliarse con su padre, si alguna vez podría encontrar una manera de ver a Gwayne nuevamente. A menudo, en la quietud de la noche, la amargura de su situación le resultaba casi insoportable. La idea de no volver a ver a Gwayne la hacía sentirse aún más desesperada. Sentía que había perdido algo que nunca podría recuperar, un amor que ni siquiera había tenido la oportunidad de explorar completamente.

Finalmente, después de largos días de viaje, el carruaje llegó a los límites de Highgarden. La vasta propiedad, con sus jardines exuberantes y su aire fresco, contrastaba con la dura realidad que había dejado atrás. Pero incluso en medio de la belleza del lugar, Anne sentía un profundo vacío. El regreso a Highgarden no le traía consuelo, solo el reconocimiento de que su vida había cambiado irreversiblemente.

Cuando el carruaje de Anne finalmente llegó a los imponentes portones de Highgarden, el sol ya estaba alto en el cielo. Los sirvientes del castillo estaban preparados para recibirla, pero lo que más destacaba era la figura familiar de su hermano, Edric, que estaba esperándola a la entrada con una expresión grave en el rostro.

Él había sido informado previamente por su padre mediante un cuervo, que, como siempre, había sido enviado con rapidez. «Curioso... mi padre no suele usar cuervos para sus mensajes, excepto para aquellos que son sin importancia.» reflexionó Anne.

Edric Tyrell esperaba con una presencia que imponía respeto. Era un hombre alto y robusto, con una figura que combinaba fuerza y elegancia, lo que no solo denotaba su posición aristocrática sino también su habilidad para liderar. Era el hermano mayor de Anne y Mina, el primogénito de Lord Gerald Tyrell. Su cabello oscuro, que caía en ondas controladas sobre su frente, contrastaba con sus ojos azules, que parecían reflejar una mezcla de determinación y preocupación. Su porte era erguido y seguro, y su rostro mostraba una expresión de seriedad que pronto se transformaría en empatía al ver a su hermana.

Cuando el carruaje se detuvo, Edric avanzó con pasos firmes hacia la entrada del castillo. La puerta se abrió, y Anne descendió lentamente, su vestido de viaje algo arrugado por el trayecto. La fatiga y la tristeza estaban claramente marcadas en su rostro, y sus ojos buscaban un punto de referencia en el familiar paisaje de Highgarden.