Capítulo 31

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La noche de la muerte del rey Viserys se sentía como un eco de lamentos resonando en los muros de la Fortaleza Roja. La penumbra se había apoderado de los pasillos, y una brisa helada parecía arrastrar consigo los susurros de los muertos. Gwayne se había escabullido hacia las habitaciones de Anne, buscando refugio en su compañía en medio de la desolación que lo rodeaba.

Ambos estaban sentados en la habitación, las llamas de la chimenea proyectando sombras que danzaban en las paredes. La tensión en el aire era palpable, como si el mismo Desconocido merodeara por la fortaleza, observando desde las sombras. De repente, el estruendo de pasos apresurados resonó en el pasillo. Gwayne y Anne se miraron, sus rostros reflejando la inquietud que ambos sentían. El murmullo de voces y el ruido de armaduras resonaban, cada vez más cercanos.

Antes de que pudieran intercambiar más palabras, dos figuras conocidas aparecieron en el umbral de la puerta. Eran Edric y Mina, sus rostros pálidos iluminados por la tenue luz del fuego.

—Anne —dijo Edric, con un tono grave—hemos venido a darte malas noticias.

Mina entró a la habitación, pero su mirada se detuvo en Gwayne, quien se había mantenido en la penumbra. Sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida y confundida.

—¿Gwayne? —exclamó, mirando a su hermana y luego a él, un mar de preguntas en su expresión.

—El rey ha muerto —dijo Edric, la gravedad de sus palabras cortando el aire como un cuchillo— Los guardias están asegurando la fortaleza y arrestando a aquellos que podrían estar en contra de...—se interrumpió en seco y sus ojos se posaron en Gwayne.

Anne sintió que el mundo se desvanecía a su alrededor. La muerte del rey significaba un cambio, un tambalear de alianzas y un ascenso de ambiciones. Gwayne, sintiendo su angustia, se acercó y tomó su mano con firmeza.

—No hay razón para temer —dijo Gwayne, dirigiéndose a Anne— La lealtad de los Tyrell está con los Hightower. Nuestro matrimonio significa que ahora estamos aliados.

Mina frunció el ceño, su confusión transformándose rápidamente en incredulidad.

—¿Se han casado? —preguntó, la sorpresa teñida de incredulidad en su tono—¡Esto es insensato, Gwayne! En este momento de inestabilidad, ¿has pensado en lo que eso significa? La guerra está a punto de estallar sobre nosotros.

Gwayne se mantuvo firme, sus ojos se dirigieron a Mina, tratando de hacerle entender la nueva realidad que enfrentaban.

—Nos hemos casado en secreto. Pero eso significa que nuestras familias están más unidas que nunca. La muerte del rey Viserys es un cambio, pero la lealtad no debe estar en duda. El Consejo Privado no podría pensar en arrestar a los Tyrell ahora que están ligados a la casa Hightower.

Mina cruzó los brazos, intentando procesar la revelación.

—Pero ahora, no tendremos opción más que apoyar al bando de Aegon si se desata la batalla. ¿Te das cuenta de lo que eso implica? Los Tyrell no pueden ser vistos como neutrales en esta lucha.

—Lo sé, pero la unión de nuestras casas es nuestra mejor defensa —respondió Gwayne, su voz cargada de determinación—¿O acaso tú y tu esposo no pensaban apoyar a mi sobrino en su derecho al Trono?

Las palabras de Gwayne impactaron como un rayo en la habitación. Mina frunció el ceño, su expresión cambiando de sorpresa a indignación.

—¿Acaso insinuas que  somos traidores? —replicó, su voz elevada y llena de incredulidad—¡Eso es inaceptable, Gwayne! Desde el momento en que Tyland se unió al Consejo Privado, ha jurado lealtad a la corona. Nos hemos mantenido firmes al lado de la casa Hightower. No puedo creer que pienses eso de nosotros.

La Conspiración de las Rosas [Gwayne Hightower X OC] [House Of The Dragon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora