SerpentHook

Kylie Minogue

Morgie sabía que James era un gran fanático de Kylie Minogue, pero nunca había visto hasta qué punto. Así que cuando consiguió dos boletos para su concierto, no pudo esperar a sorprender a su novio.

—¡Tengo una sorpresa para ti! —Dijo Morgie un día, sonriendo mientras sacaba los boletos de su bolsillo.

James lo miró con curiosidad, y cuando vio los boletos, sus ojos se agrandaron y su boca se abrió en un grito ahogado.

—¿Es esto real? —Preguntó, temblando ligeramente mientras tomaba los boletos—. ¡¿VAMOS A VER A KYLIE MINOGUE EN VIVO?!

Morgie se rió, sorprendido por la reacción tan intensa de James. Aunque sabía que su novio era un gran fan, no esperaba esta clase de entusiasmo exagerado. Antes de que pudiera decir algo más, James ya estaba saltando de emoción, abrazándolo y besandolo con tanta fuerza que casi lo tira al suelo.

Llegó el día del concierto, y desde el momento en que Kylie Minogue subió al escenario, James se transformó. Morgie observaba asombrado cómo su normalmente tranquilo y reservado novio se convertía en el mayor fanboy que había visto en su vida. James cantaba cada palabra, bailaba sin inhibiciones y gritaba a todo pulmón cada vez que Kylie hablaba con el público.

—¡TE AMO, KYLIE! —James gritó en un momento donde Kylie paso por la sección mar cercana a ellos dos mientras cantaba Padam Padam.

Morgie no pudo evitar reírse, disfrutando tanto del espectáculo como de ver a James en su elemento. Durante todo el concierto, James parecía en su propio mundo, completamente perdido en la música y la euforia del momento.

Cuando el concierto terminó y se estaban yendo, James todavía estaba lleno de emoción y adrenalina.

—No puedo creer que acabo de ver a Kylie en persona —dijo, casi en un susurro reverente.

Morgie sonrió, pasando un brazo por sus hombros.

—Creo que disfrutaste más de lo que esperaba. Pero fue increíble verte tan feliz.

James lo miró con una sonrisa deslumbrante.

—No tienes idea de lo mucho que significa esto para mí. Gracias, Morgie. Eres el mejor. Prometo compensarte esto después.

Morgie se rió suavemente.

—Solo quiero verte feliz, aunque... debo admitir, nunca había visto a alguien hacer tantos corazones con las manos en un solo concierto.

James se sonrojó un poco, pero no pudo evitar reírse también.

—¿Qué puedo decir? ¡Es Kylie!