—¿Sabes? —Dijo Morgie mientras se recostaba en la cama, mirando a James con una sonrisa traviesa—, he estado pensando en algo… divertido.
James, quien estaba en medio de organizar algunos libros en su escritorio, levantó una ceja con escepticismo. Conociendo a Morgie, "algo divertido" solía significar ideas que oscilaban entre lo caótico y lo completamente absurdo.
—¿Divertido? —Repitió James, girándose para mirarlo—. ¿Qué tienes en mente ahora, Morgs?
Morgie se sentó en la cama y cruzó las piernas, claramente emocionado con su nueva idea.
—¿Qué te parecería si... la próxima vez que tengamos sexo, te rocío un poco de salsa de chocolate? —Morgie sugirió con sus ojos dorados brillando con entusiasmo—. Ya sabes, para lamerla después de tu cuerpo mientras… Ajá.
James lo miró fijamente durante unos segundos, sin decir nada al principio. Parpadeó, luego dejó escapar un suspiro y sacudió la cabeza.
—No.
La sonrisa de Morgie se desvaneció un poco, pero su curiosidad persistió.
—¿No? ¿Por qué no? —Morgie preguntó, claramente confundido por la negativa tan rápida—. ¡Sería divertido! Imagina lo delicioso que sería lamer chocolate de tu pecho mientras…
James dejó el libro que tenía en la mano de manera ruidosa y se cruzó de brazos, mirando a Morgie mientras continuaban negando con la cabeza varias veces..
—¿Chocolate? —Repitió, alzando una ceja—. Morgie, ya eres hiperactivo todo el tiempo. No necesito que estés drogado con azúcar mientras me follas. Eso sería un caos al que no estoy dispuesto a participar
Morgie lo observó por un momento, procesando la respuesta de James, y luego frunció el ceño mientras hacía un puchero. Se dejó caer hacia atrás en la cama, sin dejar de ver a James quien lo miraba, claramente divertido.
—¡Por favor! No soy tan... hiperactivo, ¿o sí? —Morgien preguntó, apretando sus brazos.
James se acercó a la cama y se sentó junto a él, con una pequeña sonrisa en los labios.
—Oh, sí lo eres. —Le dio un pequeño empujón en el hombro—. Y te amo por eso, pero no necesito que te pongas más intenso con una sobredosis de chocolate, especialmente en el sexo. Gracias, pero no, gracias.
Morgie lo miró con fingido disgusto, aunque tenía una sonrisa que delataba que no se estaba tomando en serio la situación.
—¿Entonces nada de salsa de chocolate? —Morgie preguntó con un toque dramático.
James negó con la cabeza, sin dejar de sonreír.
—Nada de salsa de chocolate más que en los postres.
Morgie soltó un largo suspiro teatral.
—Está bien, está bien. Me rindo.
—Sabes que encontrarás otra manera de divertirte —Respondió James con una sonrisa cómplice—. No se, esas velas de soja que compraste la semana pasada pueden motivarte…
James le guiñó un ojo, y Morgie sonrió mientras lo veía.
—¡Voy por ellas! —Morgie gritó, corriendo de la habitación.
La noche iba a ser muy divertida para ellos.
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SerpentHook
Fiksi PenggemarUna colección de drabbles románticos sobre Morgie le Fay y James Hook.