Advertencia: capítulo largo!!
| Algunas contradicciones|
El vuelo largo comienza con la sensación familiar de estar en la fila de embarque, rodeado de otros pasajeros con sus propios destinos y expectativas. Una vez a bordo, me acomodo en mi asiento, ajustar el respaldo y coloco mi mochila en el compartimiento superior. Siento una mezcla de emoción y cansancio mientras el avión comienza a rodar por la pista y el ruido de los motores aumenta.
Durante el despegue, el avión se eleva lentamente, y a través de la ventana, el paisaje se aleja mientras las luces de la ciudad se vuelven más pequeñas. Me acomodo en mi asiento y me preparo para el largo viaje por delante. La primera parte del vuelo transcurre con la pantalla frente a mí mostrando una película o serie, mientras disfruto de una comida que, aunque no gourmet, siempre tiene un sabor especial cuando viajas.
A lo largo del vuelo, el tiempo se dilata; me pierdo en la lectura de un libro o en la contemplación de las nubes que se desplazan debajo. Hago pausas para estirarme y caminar un poco por el pasillo, buscando alivio en los músculos adoloridos por estar sentado tanto tiempo. Los momentos de descanso se alternan con el sueño interrumpido, en el que intento encontrar una posición cómoda entre los cojines y mantas proporcionados.
Cuando el avión empieza a descender, la sensación de anticipación se mezcla con el cansancio acumulado. Observo a través de la ventana cómo el paisaje cambia y el horizonte se acerca. Finalmente, el aterrizaje es un alivio y una señal de que la aventura está a punto de comenzar. El avión se detiene, las luces de la cabina se encienden, y me preparo para recoger mis cosas y salir al nuevo destino, dejando atrás horas de viaje y esperando lo que vendrá.
[...]
Cuando llego a la casa de playa, lo primero que noto es el aire salado y fresco que llena mis pulmones. La casa está construida en un estilo relajado y abierto, con paredes de color blanco y detalles en madera natural. La amplia terraza, con su mobiliario cómodo y sus vistas al océano, será mi lugar favorito; allí pasaré horas leyendo y escuchando el sonido de las olas.
Al entrar, el ambiente es luminoso y acogedor, con grandes ventanales que permiten que la luz del sol inunde cada rincón. El salón, decorado con tonos suaves y decoraciones marinas, se conecta directamente con la cocina, que está equipada con todo lo necesario para preparar comidas sencillas pero deliciosas. Las habitaciones son espaciosas y están decoradas con un estilo playero, con sábanas ligeras y cortinas que se mueven suavemente con la brisa.
El jardín exterior, lleno de plantas tropicales y con acceso directo a la playa, es un lugar perfecto para relajarse. Me encanta pasear por la arena, sentir el sol en mi piel y escuchar el rompimiento de las olas. Esta casa es la del padre de Luke. El señor Matt Gilbert, un lugar donde puedo desconectar y disfrutar de la belleza del mar.
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Solo Quiero Que Me Ames.
Ficção Adolescente《Una oportunidad, no hay más nada que decir...solo una.》 Mientras tanto, él seguía intentándolo, pequeño gesto tras pequeño gesto, sin rendirse. Sabía que debía tener paciencia. En su interior, creía que un día ella permitiría que su amor llegara a...