《Una oportunidad, no hay más nada que decir...solo una.》
Mientras tanto, él seguía intentándolo, pequeño gesto tras pequeño gesto, sin rendirse. Sabía que debía tener paciencia. En su interior, creía que un día ella permitiría que su amor llegara a...
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|Advertencia.|
[Capítulo largo]
Al llegar a casa, observé a Connor sentado en la orilla de la entrada, con la cabeza agachada y las manos entrelazadas sobre las rodillas. Su postura me hace sentir que algo está mal.
Me acerqué con cautela.
— Connor, ¿qué haces aquí? ¿Todo bien? Porque si buscas el billete de veinte dólares ya lo cogí.
Levantó la vista lentamente, su expresión mezclada de enojo y tristeza. —Hola, Emma. Y no, no me refiero a eso.
— Pareces molesto. ¿Pasó algo? —Pregunté con un tono de preocupación.
— No, no es nada importante. Solo... estoy cansado, eso es todo. ---Él soltó un leve suspiro.
— No me engañes. Algo te está molestando, lo puedo ver. ¿Quieres hablar de ello? —Me senté a su lado.
Connor miró hacia el suelo, evitando el contacto visual. —No sé si tiene sentido hablar contigo sobre esto. Es algo que probablemente ni siquiera entiendas.
— Inténtalo, por favor. Quizás pueda ayudarte, aunque no sepa exactamente de qué se trata. —Intenté sonar calmada.
Connor finalmente miró a los ojos, con un tono resentido. —¿Sabes? Me parece que te has olvidado de todo lo que hemos pasado juntos. Tú y Luke, parece que todo es perfecto. Y mientras tanto, yo estoy aquí, sintiendo que no significo nada.
—¿Luke? ¿Es por eso que estás así? No sabía que te importaba tanto. Pensé que todo estaba bien entre nosotros. —Me sorprendí por un momento y luego paso a tener el ceño fruncido.
— No se trata solo de Luke. Se trata de que, mientras tú te embarcas en esta nueva relación, yo estoy aquí, siendo invisible. Siempre he estado contigo, y ahora siento que ni siquiera tengo un lugar en tu vida. —Connor habló con un tono frustrado.
— Connor, no era mi intención hacerte sentir así. No me di cuenta de cuánto te afectaba esto. ¿Por qué no me lo dijiste antes? —Lo miré con preocupación.
— Porque siempre he sido el "buen amigo" que está dispuesto a esperar y escuchar, mientras tú haces lo que te plazca. Nunca quise que supieras cuánto me dolía, pero parece que nunca me viste realmente. —Mencionó con molestia.
— Nunca entendí cuán importante eras para mí hasta ahora. Estaba tan centrada en mi vida que no vi lo que estaba sucediendo a mi alrededor. ¿Qué puedo hacer para enmendar esto?
